EL RADAR
Por Jesús Aguilar
“La corrupción es como una enfermedad que se propaga en silencio. Pero la sociedad informada y los medios responsables actúan como inmunidad, detectando y combatiendo cada síntoma hasta erradicarla.”
Isabel Alonso, Experta en políticas de Integridad.
En las entrañas de la Universidad Autónoma de San Luis Potosí se gestó una conspiración que puso en jaque al patrimonio de la institución y a la confianza de toda una comunidad educativa. Hoy la inevitable verdad terminó por acomodar su contundencia. Lo que comenzó como un supuesto esfuerzo de modernización se transformó en una trama de corrupción y tráfico de influencias, perpetrada por altos funcionarios universitarios, en connivencia con particulares. La verdad, sin embargo, salió a la luz gracias al trabajo incansable de medios serios como Astrolabio y Antena San Luis, y a la valentía de quienes decidieron alzar la voz en favor del bien común.
El 21 de noviembre de 2024, ASTROLABIO fue el medio que sacó a la luz el principio del conflicto.
La Conspiración
El epicentro de esta trama fue este acuerdo multi anual suscrito con la empresa VEM cuyos orígenes y relaciones eran tan oscuros como las intenciones detrás del contrato de arrendamiento del terreno propiedad de la U.A.S.L.P. Los protagonistas del entramado fueron el rector Alejandro Zermeño quien en su exceso de confianza, dejó al secretario general Federico Garza Herrera y el entonces abogado general Joel González de Anda, la revisión de un tema que terminaría estallándole en las manos. Su inocencia no le exime de responsabilidad.
Bajo la apariencia de un ambicioso proyecto “conveniente” para nutrir las arcas de la Univers, se ofrecían privilegios exclusivos, cláusulas abusivas y una entrega irreversible de recursos destinados a mejorar la universidad.
Entre las irregularidades documentadas, se señalaba que el contrato comprometía una parte significativa del presupuesto institucional que recibiría de forma absolutamente desventajosa para la Universidad por un período extenso, y que las cláusulas favorecían desproporcionadamente a la empresa, cuyos lazos familiares y políticos con los altos funcionarios resultaban innegables. Federico Garza Herrera, además de ejercer como secretario general, ostent cargos académicos y cuenta con una trayectoria como ex fiscal general del estado, lo que le confiere una influencia desmedida dentro del entramado universitario.
El Papel del Instigador y el Ataque a la Verdad
En paralelo a la estructuración de este convenio oscuro, emergió una figura que jugó un papel crucial en intentar silenciar la denuncia pública: Fabían Espinosa Díaz de León. Reconocido en ciertos círculos por sus discursos agresivos, Espinosa Díaz de León se convirtió en el instigador público contra los medios Astrolabio y Antena San Luis, tratando de desacreditar la información presentada y de enmarcarla como una campaña maliciosa contra la universidad. Sin embargo, la solidez de los argumentos y la verificación documental hicieron inviable su intento de manipulación mediática.
Fabían atacó, amenazó de muerte, promovió una campaña negra inédita y buscó desacreditar toda la investigación con mentiras.
La Respuesta Valiente y el Giro en la Historia
El punto de inflexión llegó cuando la recién nombrada abogada general, Urenda Navarro, asumió el mando en medio de la tormenta. Navarro, quien había demostrado integridad y compromiso con el bienestar institucional, no tardó en desenmascarar el abuso cometido por su predecesor y la complicidad de otros actores clave. A pesar de ser blanco de una campaña de desprestigio e incluso enfrentar una demanda impulsada por la Fiscalía General de la República con argumentos falsos, su firmeza y determinación se convirtieron en el faro que guió a la comunidad universitaria hacia la justicia.
La abogada Navarro dejó en claro, con fundamentos y pruebas irrefutables, el abuso del poder ejercido en la confección de aquel contrato y la sospechosa anuencia de altos funcionarios, que se vieron involucrados en un entramado de influencias que trascendía las fronteras de la institución. Su testimonio y el de otros expertos resaltaron una realidad incómoda pero necesaria: la corrupción puede envenenar hasta las instituciones más veneradas si no se actúa con transparencia y valentía.
El prestigioso académico José Antonio Crespo había advertido en otras ocasiones:
“La opacidad en la gestión pública y universitaria propicia un caldo de cultivo para prácticas corruptas que, lejos de modernizar, empobrecen el patrimonio social.”
La doctora Claudia Maldonado Trujillo, experta en política pública y reconocida analista en temas de corrupción, añadió:
“Los mecanismos de control interno deben ser robustos y estar a la altura de los desafíos, pues la injerencia de intereses particulares en las decisiones educativas es, en el fondo, una traición a la sociedad.”
La Justicia y la Esperanza de un Futuro Transparente
Tras meses de investigaciones periodísticas y presiones de una comunidad educativa cada vez más consciente de sus derechos, se logró la rescisión del contrato abusivo. La acción se concretó en un proceso legal riguroso, en el cual se depositó toda la documentación obtenida por los medios y respaldada por la labor de la abogada Urenda Navarro. La instauración de medidas de transparencia y rendición de cuentas que buscan reconstruir la confianza perdida.
El desenlace de esta historia no es solo la anulación de un contrato injusto, sino la reafirmación de que, incluso en los más oscuros recodos de la administración pública, la verdad y el compromiso ético pueden prevalecer.
La lucha contra la corrupción, impulsada por medios responsables y profesionales, demuestra que el poder de la información es una herramienta formidable para la justicia.
En palabras del reconocido profesor Salvador Camarena,
“La integridad es la única moneda de cambio en el ámbito público. Sin ella, no hay sociedad que funcione adecuadamente.”
Este episodio en la UASLP es un recordatorio ineludible de que la defensa de la verdad y el compromiso con el bien común deben prevalecer siempre sobre intereses personales y manipulaciones políticas. Las cicatrices de esta batalla marcarán, sin duda, un antes y un después en la forma en que se conciben y gestionan las instituciones públicas en nuestro país.
Ya tapado el pozo, no se ha salvado al niño… ¿Dónde están los procesos y decisiones a tiempo para llamar a cuentas a los complotistas Garza, González de Anda y Espinosa Díaz de León?