La ciudad de San Luis Potosí ya se encuentra lista para vivir una de sus tradiciones más importantes: la Procesión del Silencio, que se realizará este Viernes Santo. Este evento, que mezcla cultura y fe, es considerado uno de los más representativos del estado y fue reconocido como Patrimonio Cultural Inmaterial en 2013.
Inspirada en las celebraciones de Semana Santa de Sevilla, España, esta costumbre llegó a la capital potosina en 1953, gracias a la devoción hacia la Virgen de la Soledad. Desde entonces, se realiza cada año y su primera edición se llevó a cabo en 1954.

En esta emotiva procesión participan más de 30 cofradías penitenciales. Sus integrantes, conocidos como cofrades, visten túnicas y capuchas en colores que distinguen a cada parroquia. Durante el recorrido, cargan imágenes religiosas que representan las estaciones del viacrucis y los misterios dolorosos del rosario.
Para que todo esté listo, antes de la procesión, la Unidad de Gestión del Centro Histórico y la asociación Tradiciones Potosinas A.C. se encargan de dar mantenimiento a las piezas de arte sacro que formarán parte del recorrido. Un equipo de expertos revisa, limpia y restaura las imágenes que desfilarán por las calles del centro histórico en esta tradicional cita religiosa.