Francisco, el papa latinoamericano que cambió la Iglesia, muere a los 88 años

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Este lunes, el Vaticano informó que el papa Francisco falleció a los 88 años en Roma. Fue el primer papa latinoamericano, el primero procedente del hemisferio sur y también el primer jesuita en ocupar el trono de San Pedro. “A las 7:35 de esta mañana (hora local), el Obispo de Roma, Francisco, regresó a la casa del Padre”, dijo el Vaticano en un comunicado.

Francisco, cuyo nombre de nacimiento era Jorge Mario Bergoglio, fue elegido Papa en marzo de 2013, luego de que Benedicto XVI renunciara. Su elección marcó un antes y un después en la historia de la Iglesia católica.

Su muerte ocurrió menos de un día después de haber dado su último mensaje de Pascua. Desde el balcón de la Basílica de San Pedro, un clérigo leyó el discurso mientras el Papa lo escuchaba en silla de ruedas. “Renovemos nuestra esperanza y nuestra confianza en los demás… Porque todos somos hijos de Dios”, fueron sus últimas palabras.

Tras la noticia, miles de fieles se reunieron en la Plaza de San Pedro, en el Vaticano, para rezar y despedirlo. El ambiente fue de mucha tristeza. Las campanas de la Basílica sonaron para anunciar su partida, mientras algunos asistentes lloraban al caminar hacia el lugar. Personas de distintas partes del mundo expresaron su respeto y agradecimiento por su labor como líder espiritual.

La salud del Papa venía siendo motivo de preocupación. En febrero fue internado en el hospital Gemelli por problemas respiratorios, y aunque fue dado de alta en marzo, su condición seguía siendo delicada. A lo largo de su vida, Francisco fue propenso a enfermedades pulmonares, pues desde joven había perdido parte de un pulmón.

Durante su tiempo como líder religioso, se enfrentó a grupos conservadores que rechazaban sus ideas más abiertas, como la inclusión de las parejas del mismo sexo o la participación de mujeres en cargos de liderazgo dentro de la Iglesia. Aun así, dejó una huella por buscar una Iglesia más humilde y cercana a los pobres.

Fue durante la Semana Santa, el evento más importante para los católicos, cuando Francisco hizo su última aparición pública. Salió en coche por la Plaza de San Pedro, donde miles de personas lo saludaron. En el camino, la procesión se detuvo para que bendijera bebés que le acercaban. Muchos consideran este último recorrido como un símbolo de su entrega hasta el final.

En su discurso de Pascua, pidió que los líderes políticos del mundo no se dejaran llevar por el miedo, sino que ayudaran a los más necesitados y fomentaran el desarrollo. También habló de los conflictos actuales en el mundo y dijo con esperanza: “La paz es posible”.

El funeral del Papa Francisco será dentro de tres días. Será diferente a los anteriores, pues él mismo pidió que fuera sencillo. Tendrá un ataúd de madera con revestimiento de zinc y no se usará un catafalco para exhibirlo públicamente. Tampoco será sepultado en el Vaticano, sino en la Basílica de Santa María la Mayor.

La muerte de Francisco coincidió con el Jubileo, una celebración que ocurre cada 25 años en la Iglesia católica y que él mismo inauguró el pasado 25 de diciembre al abrir la Puerta Santa de la Basílica de San Pedro.

Las reacciones del mundo no se hicieron esperar. El presidente de Argentina, Javier Milei, lamentó su muerte y destacó su encuentro con él a pesar de las diferencias. “Despedimos al Santo Padre y acompañamos a todos los que hoy nos encontramos con esta triste noticia”, escribió.

Líderes de todo el mundo también expresaron sus condolencias. Emmanuel Macron lo llamó “un hombre del lado de los más vulnerables”, mientras que el presidente español, Pedro Sánchez, destacó su compromiso con la paz y los más pobres. La presidenta del Parlamento Europeo, Roberta Metsola, dijo que su sonrisa conquistó a millones.

El rey Carlos III de Reino Unido también envió un mensaje, recordando su devoción y trabajo por la unidad de la Iglesia y las causas comunes. Añadió que su esfuerzo por cuidar a las personas y al planeta dejó una huella muy profunda.

La última vez que hubo un funeral papal fue en 2005, cuando murió Juan Pablo II. Más de cuatro millones de personas asistieron entonces. Ahora se espera también una gran despedida para el Papa Francisco, cuya figura quedará en la historia como símbolo de humildad y cercanía.

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