Willer Ditta, defensa colombiano del Club Cruz Azul, ha sido señalado por su presunta participación en un accidente automovilístico ocurrido el pasado domingo 20 de abril en el segundo piso del Periférico, en la Ciudad de México. El siniestro dejó varios lesionados, entre ellos tres menores de edad, además de denuncias por amenazas, agresiones y omisiones legales que ya encendieron las alarmas entre la opinión pública.
Según testimonios, Ditta conducía una camioneta BMW blanca que impactó por detrás a un Chevrolet rojo en el que viajaba una familia completa: tres menores, una mujer y un adulto mayor con problemas cardíacos. El choque fue tan violento que el auto afectado se volcó y terminó en sentido contrario. Ambos vehículos quedaron como pérdida total.
La madre de uno de los menores relató en entrevista que, tras el impacto, Ditta y otro hombre bajaron de la camioneta en actitud agresiva. “Nos insultaron y mi hijo, que apenas tiene 14 años, fue amenazado de muerte. Le dijo: ‘Te voy a matar’. Además, el abuelo fue empujado, y mi hijo ahora está visiblemente afectado psicológicamente”, señaló la denunciante.
Omisiones e irregularidades
La familia aseguró que el futbolista nunca fue sometido a una prueba de alcoholemia y que una camioneta negra se lo llevó del lugar sin que fuera presentado ante el Ministerio Público. “Los oficiales dejaron que se fuera. Aseguran que no iba alcoholizado, pero no hay ninguna prueba médica que lo confirme”, declaró la madre.
La denuncia fue presentada formalmente, aunque la familia teme represalias. Cuentan con fotografías del accidente, pero no pudieron grabar videos debido al miedo e inestabilidad del momento.
Entre las víctimas se reportaron heridas leves en los menores, costillas fracturadas en la madre y lesiones cervicales y mandibulares en el adulto mayor. La familia también manifestó inconformidad con la atención médica que calificaron como superficial y solicitaron valoraciones psicológicas para los afectados.
Silencio institucional
Hasta ahora, ni Cruz Azul ni la Liga MX se han pronunciado oficialmente sobre el incidente. La falta de comunicación ha generado especulaciones sobre un posible encubrimiento, especialmente considerando antecedentes disciplinarios del jugador.
La familia exige que el caso no quede impune y que tanto las autoridades como el club actúen con transparencia. “Lo material se repone, pero la impunidad daña a todos”, afirmó la madre.
