Por Mario Candia
15/05/2025
MOVILIDAD SIN LÍMITES En San Luis Potosí, el transporte público vive una transformación… de barniz. Mientras el gobierno estatal presume un “nuevo modelo de movilidad” con camiones pintados de verde, aire acondicionado y Wi-Fi, en las calles siguen muriendo peatones arrollados por conductores sin formación, sin pericia y —peor aún— sin responsabilidad. Es la misma estructura podrida de siempre, solo que ahora recubierta de propaganda de alta gama.
EL METRO RED MetroRed no es en sí una mala idea. Pero tampoco es lo que dicen que es. Se han invertido más de 500 millones de pesos entre 2023 y 2025 para renovar unidades, ampliar rutas y garantizar el servicio gratuito en algunas líneas. Según cifras oficiales, el sistema ha movido más de 7 millones de pasajeros, y aseguran que ha significado un “ahorro ciudadano” de 81 millones de pesos. Suena bien… hasta que uno se pregunta cuánto cuesta cada muerto atropellado. Porque detrás del discurso de modernidad hay una estadística incómoda que no aparece en los espectaculares.
MOVILIDAD SIN MIEDO En lo que va de este año, al menos seis personas han perdido la vida en accidentes provocados por operadores del transporte urbano. Desde ciclistas arrollados, peatones embestidos en paraderos improvisados, hasta menores lesionados por conductores que no respetan ni los semáforos. Pero eso no se menciona en los boletines. No hay campaña institucional que advierta: “Viajar en San Luis es arriesgar la vida”.
CHOFERES SIN LÍMITES El verdadero problema no es solo la carcacha que se reemplaza, sino el sistema que se preserva. ¿Quién selecciona a los choferes? ¿Qué capacitación tienen? ¿Quién evalúa su salud física y mental? ¿Quién les enseña que un volante no es un arma? MetroRed no cambiará nada si en el fondo sigue operando con personal sin preparación, sin evaluación psicométrica y con horarios extenuantes que convierten a los conductores en amenazas rodantes.
CÓSMETICA PÚBLICA Y es que esto no es movilidad, es cosmética pública. Las paradas siguen siendo ruinas urbanas, sin sombra, sin señalética, sin seguridad. Las tarifas suben, las concesiones siguen en manos de caciques del transporte, y el usuario continúa sin voz en la toma de decisiones. Es un sistema que se construye de arriba hacia abajo, sin diagnóstico ni participación ciudadana. Como si el problema fuera el camión viejo, y no el modelo entero.
PROFESIONALIZACIÓN El gobierno del Potosí ha apostado a que el verde lo cubre todo. Pero la movilidad no se transforma con pintura ni con spots. Se transforma con profesionalización, con infraestructura digna, con reglas claras y, sobre todo, con responsabilidad social. Mientras sigamos celebrando cada ruta como si fuera el Tren Maya, y no pongamos orden en la selva vial que tenemos, MetroRed será solo eso: una ruta pintada sobre el vacío.
Hasta mañana.