La prohibición de los vapeadores en México no frenó su comercialización; por el contrario, abrió una nueva ruta de negocio para los cárteles de la droga, advirtieron expertos en el Foro Global de Nicotina 2025 realizado en Varsovia, Polonia.
Durante el encuentro, especialistas alertaron que el prohibicionismo ha tenido efectos contraproducentes, al entregar el control del mercado ilegal de vapeadores a organizaciones criminales, entre ellas los cárteles de Sinaloa y Jalisco.
Roberto Sussman, investigador de la UNAM y panelista del foro, señaló que la venta de vapeadores en México persiste pese a su prohibición constitucional. “No te darías cuenta de que está prohibido, porque los vapeadores están por todas partes”, declaró.
Agregó que aunque el mercado legal y autorregulado se debilitó, los grupos del crimen organizado han llenado ese vacío con redes de distribución dirigidas especialmente a jóvenes y sectores de clase media baja.
Por su parte, el activista Juan José Cirión Lee denunció que los cárteles utilizan sobornos, falsificación de etiquetas y puntos ciegos en aduanas para ingresar y distribuir estos productos en el país.
El cardiólogo griego Konstantinos Farsalinos calificó la política mexicana como una “paradoja peligrosa”, ya que se prohíben los vapeadores, pero se permite el consumo de cigarro tradicional, generando un mercado negro difícil de erradicar y con mayor acceso para menores de edad.
En la misma línea, el experto británico en salud pública Clive Bates criticó la política nacional: “Es difícil encontrar una política peor en el mundo. Prohibir los vapeadores y permitir el tabaco es una idea extremadamente mala”.
Los panelistas coincidieron en que México ha tomado un rumbo equivocado en su intento de regular la nicotina, lo que ha beneficiado al crimen organizado y representa un riesgo para la salud pública.
