Steven Spielberg, reconocido director de películas como E.T., Jurassic Park y La lista de Schindler, dejó clara su postura frente al uso de la inteligencia artificial en el cine. Aunque en 2001 dirigió Inteligencia Artificial, una película que exploraba el vínculo emocional entre humanos y máquinas, hoy en día se muestra firme en no permitir que esta tecnología influya en su proceso creativo.
En entrevista con Reuters, tras la inauguración del teatro que lleva su nombre en los estudios Universal, Spielberg declaró: “No quiero que la IA tome decisiones creativas que yo no pueda tomar, ni que actúe como un colaborador no humano para desarrollar mis ideas”.
El director recordó que, en su película de hace más de 20 años, la inteligencia artificial aún era una idea futurista. En contraste, hoy es una herramienta real que está generando debates en la industria. Para Spielberg, sin embargo, el enfoque de Inteligencia Artificial no era tecnológico, sino emocional: “Se trataba de la sensibilidad y la posibilidad de amar a una entidad que no es humana”.
Aunque el cineasta reconoce que la IA puede ser útil en ámbitos como la medicina, advierte que su uso debe ser moral y responsable. Y si bien no cierra completamente la puerta a la tecnología, traza una línea clara en su trabajo creativo actual: “Por ahora, no quiero que la IA decida por mí en lo artístico”.
El mensaje de Spielberg llega en un momento en que Hollywood debate los límites éticos y creativos de la inteligencia artificial en la producción de contenidos.