Una tragedia conmocionó a una familia potosina este lunes, luego de que se confirmara la muerte de una niña de 10 años, originaria de San Luis Potosí, tras ser arrastrada por la corriente del Río Guadalupe en Kerrville, Texas. La menor participaba en el campamento Kamp Mystic, donde una crecida repentina del río arrastró a 27 niños, de los cuales ella fue una de las víctimas fatales.
Apenas unos días antes, la niña había estado en San Luis Potosí para despedir a su abuelo, el doctor José Martín, a quien llamaba con cariño “Tati” y quien fue un reconocido médico, exfuncionario estatal y director médico de hospitales privados en la ciudad. La misa se realizó en el Templo de Nuestra Señora de los Remedios, en el tradicional barrio de Tequisquiapan.
Sus familiares relataron que, tras enterarse de la emergencia en el campamento, comenzaron una búsqueda desesperada sin obtener información certera, hasta que su cuerpo fue localizado la tarde del lunes.
La pequeña es recordada por su familia como una niña llena de vida, apasionada por el tenis, la natación y el softbol, con una sonrisa contagiosa y energía inagotable. Había visto en el campamento una aventura emocionante, un espacio de diversión que lamentablemente se convirtió en una trampa mortal por las intensas lluvias.
La niña será sepultada este martes en Houston, Texas.
