Paul Biya, presidente de Camerún desde hace más de cuatro décadas, anunció que buscará un octavo mandato en las elecciones de octubre, a pesar de tener 92 años de edad. La noticia fue confirmada por él mismo a través de redes sociales, donde aseguró que su compromiso con el país sigue firme: “Mi determinación de servirles está a la altura de los desafíos que enfrentamos”, afirmó.
Biya es uno de los líderes más longevos del mundo, y el segundo con más tiempo en el poder en África, solo detrás de Teodoro Obiang, de Guinea Ecuatorial. Su gobierno ha sido señalado por presuntos casos de corrupción, además de enfrentar conflictos armados en regiones anglófonas del país, donde la violencia ha dejado muertos y miles de desplazados.
En 2018, Biya fue reelecto con más del 70% de los votos, en unos comicios marcados por acusaciones de fraude y baja participación. Hoy, su decisión de seguir compitiendo ha generado reacciones de crítica y preocupación.
“El país necesita una renovación democrática, no repetir la misma historia”, declaró el abogado y activista de derechos humanos Nkongho Felix Agbor, quien pidió una transición política real en Camerún.
El país también ha sufrido ataques del grupo extremista Boko Haram, que opera desde Nigeria, y recientemente, varios exaliados de Biya han decidido postularse por su cuenta, rompiendo filas con su antiguo líder.
Mientras el continente africano vive una etapa de reducción en las libertades democráticas, Camerún se suma a la lista de países donde los presidentes buscan perpetuarse en el poder mediante reformas o controles institucionales.