Crece el miedo entre migrantes haitianos en EE.UU. por posibles deportaciones

En ciudades como Miami y Nueva York, donde viven miles de haitianos, crece el temor ante un posible aumento de deportaciones hacia Haití, un país que actualmente enfrenta una crisis de violencia e inseguridad provocada por pandillas.

La comunidad haitiana en Estados Unidos vive momentos de angustia tras la decisión del expresidente Donald Trump de cancelar el Estatus de Protección Temporal (TPS, por sus siglas en inglés), un permiso que protege de la deportación a unas 500 mil personas, y que fue otorgado tras el terremoto que golpeó a Haití en 2010.

“Vine aquí en busca de un refugio y ahora me quieren sacar”, comentó Clarens, un migrante que llegó en 2024 y que hoy se enfrenta a la incertidumbre.

Aunque la medida aún no ha sido revocada completamente, la presencia de agentes migratorios en las calles genera miedo entre los migrantes, que evitan salir incluso para ir a la iglesia, al trabajo o al médico, según denunciaron activistas y organizaciones comunitarias.

A pesar de que un juez de Nueva York suspendió de forma temporal la cancelación del TPS, abogados y defensores de los derechos de los migrantes temen que esta protección desaparezca por completo a partir del 3 de febrero de 2026, lo que pondría en riesgo la vida y estabilidad de miles de familias haitianas.

Haitianos optan por irse a Canadá

Ante el miedo de ser arrestados y deportados, muchos haitianos están optando por cruzar la frontera hacia Canadá. En los primeros seis meses de 2025, más de 8 mil personas, en su mayoría haitianos, han solicitado asilo en ese país.

En ciudades como Montreal, organizaciones como Maison d’Haiti han reportado un aumento en el número de personas que buscan ayuda para refugiarse legalmente en territorio canadiense.

Volver a Haití, una pesadilla

Regresar a Haití no es una opción segura. El país atraviesa uno de los momentos más violentos de su historia reciente, con más de 3 mil homicidios reportados en lo que va del año. Las pandillas controlan amplias zonas y cometen secuestros con frecuencia, especialmente contra quienes regresan desde Estados Unidos.

“Si nos mandan de regreso, nos están mandando a la muerte”, declaró Clarens, reflejando el sentimiento de una comunidad entera que teme por su vida y la de sus familias.

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