El Radar
Por Jesús Aguilar
Un gobierno fuerte debe tener sus arcas en órden, y aunque mucha gente piense lo contrario, casi ningún estado puede vivir sin deuda, el tema es cómo se administra, se gestiona y en qué condiciones se asegura que se pueda pagar.
El gobierno de Gallardo debe estar superando antes de cumplir 4 años la barrera de los 30 mil millones de pesos en inversión en obras. Y eso cuesta…
En medio de una intensa agendas de obra pública y crecimiento, el gobierno de San Luis Potosí ha construido bases sólidas de disciplina financiera. Sin embargo, recientes señales de tensión en liquidez y endeudamiento a corto plazo apuntan a la necesidad de actuar con precisión estratégica.
Fortalezas que no se pueden perder
• En 2023, HR Ratings ratificó la calificación del estado en HR A+ con perspectiva estable, respaldando años de manejo responsable de deuda y crecimiento sostenido de los Ingresos de Libre Disposición (ILD): ingresos propios y participaciones federales.
• Desde 2020, SLP ha mostrado una disciplina fiscal que se refleja en crecimiento de ingresos propios vía impuestos, nuevas tecnologías de recaudación y modernización catastral.
El revés reciente: Fitch rebaja por liquidez y deuda de corto plazo
El 5 de agosto de 2025, Fitch Ratings bajó la calificación del estado de “A+ (mex)” a “A (mex)”, advirtiendo sobre el uso excesivo de deuda quirografaria en 2024 y una posición de liquidez comprometida.
• Al cierre de 2024, la entidad contaba con solo 30 mdp en efectivo, mientras que la deuda de corto plazo superaba los 6,194.6 mdp.
• El estado recurrió sistemáticamente a créditos de corto plazo cerca del límite legal (≈ 5.5 % de los ingresos), lo que degradó su perfil crediticio y lo ubicó en una categoría “Más Débil” de riesgo.
Un contexto mixto: eficiencia operativa, pero presión en caja
La degradación no niega que el balance operativo haya mejorado en los últimos dos ejercicios fiscales. No obstante, el recurrir con frecuencia a financiamiento de corto plazo limita la flexibilidad financiera y genera vulnerabilidades frente a shocks económicos.
La dependencia aún elevada de transferencias federales, junto con margen limitado para aumentar ingresos locales, también contribuye al empeoramiento del perfil de riesgo crediticio.
¿Cómo mantener disciplina mientras se apalanca inteligentemente?
1. Reducción cuidadosa del financiamiento quirografario
Limitar los créditos de corto plazo, incluso si la ley local lo permite hasta ~6 % de los ingresos, será clave para restaurar confianza y fortalecer indicadores de liquidez.
2. Mejorar posición de efectivo operativo
Aunque se han recuperado recursos en 2025, la cobertura aún es insuficiente. Una lógica más de reserva y más margen en caja podrá mitigar riesgos operativos.
3. Apalancar deuda a largo plazo con aval federal
SLP puede buscar financiamiento estructurado para su agenda de obras públicas mediante deuda estatal garantizada, lo que ofrecería condiciones más estables y costo financiero más bajo, sin recargar los pasivos de corto plazo.
4. Consolidar recaudación y modernización fiscal
Continuar con innovaciones tecnológicas para fortalecer ingresos propios —como ya hizo con fotogrametría y cobro digital— ampliará la autonomía financiera y reducirá dependencia de deuda .
San Luis Potosí ha demostrado su habilidad para transformar adversidad en avance mediante la reciente disciplina operativa y ambición pública. Si bien su liquidez y peso de deuda a corto plazo requieren atención urgente —lo cual motivó la degradación por Fitch, también se mantiene una ventana de oportunidad para reorientar la estrategia.
Una ruta bien diseñada incluiría mantener la eficiencia fiscal, reforzar la posición de caja y apalancar deuda a largo plazo con criterios prudentes. Solo así el estado podrá seguir apostando por su récord de obras públicas sin sacrificar solidez crediticia ni estabilidad financiera.
El gran desafío de Ariana García Vidal, la actual secretaria de Finanzas del estado y su equipo es entregar un estado con números sanos, con una gestión de deuda adecuada, fortaleciendo lazos con el gobierno federal que puedan respaldar sus medidas emergentes y la solidez que termine siendo la última barrera de contención política para el proyecto Gallardista transexenal.