En San Luis Potosí, miles de personas permanecen tras las rejas sin que un juez haya decidido si son culpables o inocentes. Según el Cuaderno Mensual de Información Estadística Penitenciaria Nacional, elaborado por la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana (SSPC), el 72% de la población penitenciaria estatal está en calidad de procesada, es decir, sin sentencia.
De las 3,958 personas privadas de la libertad registradas hasta junio de 2025, 2,854 esperan que se resuelva su caso y solo 852 han sido condenadas. Estas cifras colocan a San Luis Potosí entre los estados con mayor uso de la prisión preventiva en todo el país.
El problema no es nuevo y tiene varias causas. Los juzgados están saturados de expedientes y trabajan con recursos humanos limitados: faltan jueces, defensores públicos y peritos que permitan avanzar con rapidez. Aunque el sistema penal acusatorio buscó agilizar los procesos, en la práctica persisten trámites burocráticos que retrasan audiencias y alargan las estancias en prisión preventiva.
A esta lentitud se suma la costumbre de imponer prisión preventiva como medida cautelar, aun cuando la ley dice que debe ser excepcional. Las personas con menos recursos son las más afectadas, ya que no pueden pagar una defensa privada ni acceder a alternativas como el brazalete electrónico o la libertad condicional.
La mayoría de las personas privadas de la libertad en el estado están bajo el fuero común (93.6%), mientras que el fuero federal representa solo el 6.5%, pero con problemas similares.
Las consecuencias de esta situación se sienten dentro y fuera de las cárceles. Quienes están en proceso no siempre pueden participar en programas de reinserción, educación o trabajo, mientras que sus familias viven una espera llena de incertidumbre y, muchas veces, enfrentan rechazo social sin que exista una sentencia firme.
Mientras no se agilicen los procesos judiciales y se respete la presunción de inocencia, más personas seguirán cumpliendo una condena adelantada, aunque la justicia no haya determinado su responsabilidad.