El Radar
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Por Jesús Aguilar
En el terreno político y económico, las casualidades son tan escasas como las coincidencias bienintencionadas de la historia.
El caso de Gerardo Sánchez Zumaya es el claro ejemplo de cómo una red de amigos poderosos puede mover montañas —o contratos— a favor de un solo empresario. Su rostro se perfila hoy como el de un aspirante a la gubernatura de San Luis Potosí, con una riqueza acelerada y respaldos que merecen una lupa crítica.
Lo he dicho al aire en el radio y en esta columna, si se puede amasar una fortuna como la que presume el llamado “huasteco” o como le dice Jorge Saldaña, el “Batman de Tanquián”
2019: el punto de inflexión
Según Reforma, la “suerte” de Sánchez Zumaya cambió radicalmente en 2019, cuando comenzó a relacionarse con morenistas originarios de Tabasco, figuras clave del partido a nivel nacional y funcionarios del gobierno federal bajo el paraguas de Morena. Fue entonces cuando emergió como proveedor recurrente del Estado.
Adán Augusto López empezó su gubernatura en Tabasco en 2018.
Fundación Gesa y mitines con sello político
El mismo medio retrata cómo actualmente organiza mitines bajo el nombre de su Fundación Gesa, mostrándose activo en la escena pública y política. Además, ha destacado públicamente su cercanía con Adán Augusto López Hernández, ex secretario de Gobernación y actual coordinador de los senadores de Morena. Sánchez Zumaya ya no es un empresario emergente, es alguien con músculo político.
El ascenso fulgurante: ¿contratos o alianza?
Ese salto de “relacionado” a “proveedor privilegiado” no pasó desapercibido. Plano Informativo advirtió cómo el escándalo ha escalado hasta llegar a instancias como la Fiscalía General de la República, la Cámara de Diputados y hasta autoridades estadounidenses.
Asegura que Sánchez Zumaya exhibe ostentación pública —bodas, viajes, aviones, estancias en Europa— mientras aprovecha su supuesta victimización (como un secuestro) para construir una narrativa de éxito personal.
Vulnerabilidad política en la mira federal
La presidenta Claudia Sheinbaum reaccionó a estas revelaciones en La Mañanera: subrayó que no habrá impunidad, que la FGR debe actuar y que la 4T asume la responsabilidad de no solapar actos de corrupción. También destacan que el gobierno de Estados Unidos sigue de cerca a Sánchez Zumaya, dado que posee propiedades y empresas en territorio estadounidense.
Red política y familiar incómoda
Un dato explosivo: la bancada del PAN en San Luis Potosí llevó a tribuna las portadas de Reforma que documentan la trama de corrupción. ¿Lo llamativo? El diputado David Azuara Zúñiga, quien no acompañó la protesta, es cercanísimo a Sánchez Zumaya y recibió financiamiento de su campaña a través de la fundación “Somos Potosí”. Cosa que también dijimos aquí a tiempo.
Nuevas preguntas, con bases sólidas
1. ¿Qué pactos formales o informales hizo Sánchez Zumaya en 2019 con los morenistas tabasqueños que catapultaron su acceso a contratos con Pemex?
2. ¿Hasta qué grado esa cercanía con Adán Augusto —publicitada por Reforma— fue clave en adjudicaciones directas como proveedor del Estado?
3. ¿Cómo explica el derroche público de riqueza en contraste con su discurso de “emprendedor humilde”?
4. ¿Qué vínculos exactos hay entre su red política en San Luis Potosí —incluido el financiamiento a su primo— y su estrategia de posicionamiento como posible gobernador?
5. ¿Qué avances hay en las indagaciones federales y del gobierno de EE. UU. sobre sus empresas, triangulaciones o evasiones fiscales?
6. ¿Cómo responde él y su equipo a las exigencias de rendición de cuentas desde La Mañanera y del gobierno federal?
7. ¿Cómo interpretar que un personaje abiertamente vinculado con el Huachicol, Jose Luis Romero Calzada haya aparecido como aliado, y tiempo después se “integrara” al partido Verde?
8. ¿Ya le pagaron su carretera opaca en el gobierno del estado?
Hoy, más que demostrar capacidades, Sánchez Zumaya debe clarificar el origen y legitimidad de su fortuna. Su historia personifica el fenómeno del “empresario favorecido”, con apoyo político y brillo público. Antes de aspirar oficialmente al gobierno de San Luis Potosí, debe responder con datos, documentos y transparencia.
Porque sin eso, su aspiración será más una operación política con dinero opaco y menos una candidatura con visión o coherencia democrática.
¿Cuándo se dejará entrevistar por alguien con el que no tenga compromisos el trístemente célebre huasteco? Los espacios están abiertos…