Alertan posible liberación de Anatoly Moskvin, el hombre que convirtió a niñas en muñecas

La posible liberación de Anatoly Moskvin, un académico ruso que desenterró los cuerpos de al menos 29 niñas para momificarlas y convertirlas en muñecas con las que convivía en su casa, ha causado indignación y temor en Rusia.

Moskvin, de 59 años, fue arrestado en 2011 en la ciudad de Nizhny Novgorod, luego de que la policía descubriera en su vivienda los restos de decenas de niñas de entre 3 y 12 años, vestidos y maquillados como muñecas.

Según las investigaciones, el hombre —historiador, lingüista y ex traductor de inteligencia militar— robaba los cuerpos de los cementerios, los conservaba con técnicas de momificación y los vestía con medias, botas, vestidos y maquillaje. Además, les celebraba rituales de cumpleaños, rodeado de los cuerpos decorados como si fueran invitadas a una fiesta infantil.

El caso conmocionó a Rusia y al mundo por el nivel de detalle y perversión con el que actuó. Moskvin confesó ser culpable de 44 cargos por profanación de tumbas y abuso de cadáveres. Desde entonces, permanece internado en un hospital psiquiátrico bajo vigilancia.

Sin embargo, de acuerdo con el medio local pro-Kremlin Shot, los psiquiatras que evalúan su caso recomendaron reclasificarlo como “incapacitado”, lo que permitiría su liberación bajo el cuidado de familiares o en una institución de atención, argumentando que “ya no representa un peligro para la sociedad”.

La noticia ha generado gran rechazo entre las familias de las víctimas, quienes temen que el hombre vuelva a cometer actos similares.

Natalia Chardymova, madre de una de las niñas, expresó su indignación:

“Tengo mucho miedo de que vuelva a las andadas. No tengo fe en su recuperación. Es un fanático. Sería terrible tener que pasar por eso otra vez”, dijo, recordando que su hija Olga, de 10 años, fue una de las víctimas cuyos restos fueron profanados.

El tribunal ruso deberá decidir en las próximas semanas si acepta la recomendación médica y autoriza su salida del hospital psiquiátrico.

Mientras tanto, las familias de las niñas exigen que permanezca internado de manera indefinida, señalando que los actos cometidos por Moskvin no pueden considerarse resultado de una enfermedad curable, sino de una “obsesión sin retorno”.

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