La familia de Virginia Giuffre, la mujer que denunció al príncipe Andrés por presunta agresión sexual, celebró la decisión del duque de York de renunciar a su título real, considerándola un reconocimiento a la lucha de la víctima por justicia.
Andrés, de 65 años, cedió a la presión de su hermano, el rey Carlos III, tras nuevas revelaciones sobre su relación con el criminal sexual estadounidense Jeffrey Epstein. La renuncia del príncipe ocurre mientras la monarquía británica busca minimizar el escándalo que ha afectado su imagen pública.
Sky Roberts, hermano de Giuffre, expresó que su hermana “estaría muy orgullosa” por la noticia. “Hoy hemos derramado lágrimas de felicidad y tristeza… porque en muchos aspectos esto reivindica a Virginia. Todos los años de trabajo que dedicó ahora están llegando a algún tipo de justicia”, declaró a la BBC.
El príncipe Andrés mantiene su negativa categórica a las acusaciones en su contra. La renuncia llega justo antes de la visita de Estado del rey Carlos y la reina Camila al Vaticano, donde se reunirán con el papa León XIV, en un viaje que podría verse afectado por nuevas revelaciones.
El próximo martes se publica el libro póstumo de Giuffre, Nobody’s Girl: A Memoir of Surviving Abuse and Fighting for Justice, en el que la estadounidense narra haber tenido relaciones sexuales con Andrés en tres ocasiones, incluyendo un encuentro cuando tenía 17 años. Según extractos difundidos, ella asegura que el príncipe actuaba como si tener sexo con ella fuera un “derecho de nacimiento”.
Tras el anuncio de la renuncia, miembros demócratas de una comisión de la Cámara de Representantes de Estados Unidos hicieron públicos documentos relacionados con el patrimonio de Epstein, que muestran que Andrés viajó al menos cuatro veces en el jet privado del financiero.