La Reforma Electoral en México: ¿Democratización o Concentración de Poder? 

Parte 3

LOS RIESGOS Y LA CONCLUSIÓN.

El Radar 

Por Jesús Aguilar

En las 2 entregas anteriores, realizamos un análisis exhaustivo sobre la reforma política electoral que viene en el país, sus pros y contras.

Ahora toca revisar sus riesgos y plantear una conclusión.

Principales Riesgos: De la Inestabilidad a la Autoritarismo 

Los riesgos van más allá de los contras y podrían afectar la gobernabilidad. Primero, la concentración de poder: con Morena controlando la mayoría en el Congreso, la reforma podría ser un “candado” para perpetuar su dominio, ignorando la diversidad política de México y fomentando un sistema autoritario donde la oposición pierde voz.5b8b65 Un análisis de riesgos políticos para 2025 destaca que esto agravaría la erosión de contrapesos, como la captura parcial del INE y el Tribunal Electoral, generando decisiones arbitrarias y opacidad.

Segundo, la falta de consenso: la comisión presidencial, integrada solo por funcionarios cercanos al gobierno, excluye a oposición, sociedad civil y hasta aliados como el PVEM y PT, lo que podría estancar la propuesta en el Congreso o generar litigios postelectorales, erosionando la legitimidad de futuras votaciones.

En simple: sin acuerdo amplio, es como construir un puente sin ingenieros de todos lados; podría colapsar. 

Tercero, violencia e inestabilidad: recortes en recursos podrían aumentar la vulnerabilidad al crimen en campañas, especialmente en elecciones judiciales ya en riesgo en ocho entidades.

En profundidad, expertos como José Woldenberg advierten un “enorme retroceso” que legaliza irregularidades, como la sobrerrepresentación inconstitucional, y subrepresenta minorías, amenazando la convivencia pacífica en un país plural. Otros riesgos incluyen incertidumbre económica por reformas paralelas y degradación de instituciones, afectando inversiones y estabilidad general.

Posiciones Encontradas: Un Debate Polarizado 

Las posiciones reflejan divisiones profundas. El gobierno de Sheinbaum defiende la reforma como esencial para una democracia “verdadera”, con foros para incluir opiniones, pero críticos la ven como un diseño unilateral.

Aliados como PVEM y PT la critican por desigualdad en financiamiento —donde Morena recibe el doble que ellos— y exigen equidad antes de eliminar plurinominales, posicionándose como posibles obstáculos.

La oposición, como el PAN, la rechaza rotundamente, advirtiendo riesgos a la estabilidad y proponiendo alternativas: segunda vuelta presidencial, elecciones primarias, anulación por intervención del crimen, voto electrónico y gobiernos de coalición.

Expertos del IETD y exconsejeros como Woldenberg y Lorenzo Córdova alertan de una reforma “regresiva y autoritaria”, sugiriendo fortalecer la representación proporcional (aumentando senadores proporcionales) y garantizar autonomía del INE mediante consensos amplios.

En simple: el gobierno ve progreso; la oposición y expertos, retroceso. 

El Equilibrio Pendiente 

Esta reforma electoral podría ser un paso hacia una democracia más eficiente, pero sus riesgos de concentración de poder y pérdida de pluralidad la convierten en un doble filo. México necesita cambios, pero solo con diálogo genuino y consenso para evitar que se convierta en herramienta de un solo grupo. Como columnista, creo que el verdadero avance vendría de escuchar todas las voces, recordando que la democracia no es mayoría absoluta, sino convivencia plural. 

Sheinbaum enfrenta aquí su mayor prueba: ¿transformación inclusiva o imposición? El tiempo —y el Congreso— lo dirán.

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