EL ENTREVISTADOR DEBE GANARSE LA CONFIANZA DEL PERSONAJE: EDMUNDO CAZARES

En entrevista radiofónica con Jesús Aguilar en MG Comunicación, el periodista michoacano Edmundo Cázares compartió pasajes de más de cinco décadas de oficio, su método para construir entrevistas de semblanza y los momentos decisivos que lo llevaron a dialogar con figuras clave de la cultura y la política mexicana, ahora recopilados en su primer libro A lo mero macho, entrevisto luego existo.
Cázares recordó que se formó en la Escuela de Periodismo Carlos Septién García, a la que definió como “la máxima escuela del periodismo”, y subrayó que su generación se educó sin redes sociales ni herramientas digitales, obligada a investigar “tras los personajes” y a ganarse cada historia en la calle. Narró que inició desde adolescente en medios de su natal Michoacán y, ya en Ciudad de México, pasó por fuentes como policiaca, deportes y espectáculos, antes de decidirse por la entrevista como género central, al que describió como una vía para “conocer la conciencia de cada personaje”.
El entrevistador potosino destacó que Cázares ha construido una trayectoria marcada por la cercanía con protagonistas del ámbito político, social y artístico del país. El propio periodista detalló que sus entrevistas suelen ser largas, de semblanza, porque solo así —dijo— se rompe la coraza pública y se consigue que el entrevistado permita mirar más allá del personaje. Con 70 años cumplidos y 50 de ejercicio profesional, afirmó que sus grandes objetivos juveniles fueron entrevistar a Mario Moreno “Cantinflas”, a Francisco Gabilondo Soler “Cri Cri” y a María Félix, metas que terminaron por moldear su estilo.
Uno de los momentos centrales de la conversación fue el relato sobre cómo logró entrevistar a “La Doña”. Cázares contó que la actriz no concedía exclusivas y que tardó alrededor de un año en acercarse a ella. La oportunidad surgió de manera inesperada en un teatro, cuando buscaba a su hijo Enrique Álvarez Félix. Ahí, al verla sentada en la primera fila, se presentó y lanzó una pregunta inusual sobre la continuidad del apellido Félix. La reacción, explicó, fue fulminante pero decisiva: María Félix le permitió anotar su teléfono y le prometió una entrevista exclusiva. Tiempo después, tras el duelo por la muerte de su hijo, la actriz lo citó con plazo estricto y, ya en su casa, le impuso condiciones: sin grabadora y sin tocar el tema de Enrique. La charla, dijo, se extendió por más de dos horas y media y dejó frases contundentes de la diva, como su crítica al “malinchismo” del país y sus juicios sobre la memoria cultural de México.
Cázares también relató su encuentro con Jacobo Zabludovsky, a quien entrevistó cuando era muy joven. Recordó que al entrar a su oficina vio paredes cubiertas de fotografías con personajes públicos, lo que lo llevó a abrir con una frase provocadora que desarmó al conductor: “esto es un templo al culto del ego”. El periodista subrayó que esa conversación, incluida en su libro, fue la última entrevista que Zabludovsky concedió en vida, una semana antes de fallecer, y que en ella el veterano comunicador le habló sin evasivas sobre la muerte y el libro que se llevaría “para el viaje”: Don Quijote de la Mancha.
Sobre Cantinflas, Cázares señaló que llegar a él fue igual de complejo por su carácter reservado. Contó que lo esperó durante días hasta abordarlo a la salida de un restaurante y que una pregunta directa sobre rumores personales provocó una reacción de enojo que, paradójicamente, abrió la puerta a una conversación larga y reveladora. De ese episodio, dijo, obtuvo una enseñanza esencial del comediante: el entrevistador debe ganarse primero la confianza del personaje “como quien acaricia a un gatito”, hasta que deja de defenderse y permite preguntas más profundas.
El periodista agregó que en su trayectoria ha entrevistado a un amplio repertorio de figuras —entre intelectuales, artistas y protagonistas de la vida pública— y mencionó encuentros con Carlos Monsiváis, Eduardo Matos Moctezuma, Joaquín López-Dóriga y el caricaturista Eduardo del Río “Rius”, a quien describió como un hombre de humor ácido y gran agudeza mental. Cerró la charla invitando a conocer su libro, ilustrado por el cartonista Edmundo Carreño, y puso a disposición el número 56-32-92-4342 para quienes deseen adquirirlo.
Jesús Aguilar agradeció la visita y reconoció en Cázares a un referente del periodismo de entrevista, mientras que el autor devolvió el elogio con un mensaje personal al conductor: mantener la sencillez y la humildad, valores que —aseguró— sostienen la credibilidad en un oficio donde la confianza se conquista pregunta a pregunta.

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