En el Congreso del Estado continuó la discusión sobre el papel que debe tener la ética en el uso de la inteligencia artificial, al desarrollarse la Mesa “Ética, gobernanza y regulación de la inteligencia artificial en la política en el Estado”. En este espacio, especialistas como Laura Alma Díaz Torres, Luis Ángel Lara, Héctor Pérez González y la maestra Miriam Padilla abordaron temas como protección de datos personales, ciberseguridad, derecho de autor y la necesidad de capacitar a personal público para enfrentar los retos de la automatización y los sistemas generativos. Señalaron que México debe avanzar hacia un modelo híbrido que combine estándares internacionales, impulse la innovación y garantice confianza y respeto a los derechos.
Antes de esta mesa de análisis, el Congreso dio inicio al Foro de Parlamento Abierto “Inteligencia Artificial y su Regulación Ética en San Luis Potosí y México”, organizado por el Instituto de Investigación y Evaluación Legislativa. La primera ponencia estuvo a cargo del Dr. Rodrigo Florencio da Silva, del Instituto Politécnico Nacional, quien habló sobre las oportunidades y riesgos del uso de IA en instituciones públicas.
El diputado Carlos Artemio Arreola Mallol, director del Instituto de Investigación y Evaluación Legislativa, destacó que San Luis Potosí es el primer estado del país en tipificar delitos relacionados con el uso malintencionado de herramientas de IA. Por ello, afirmó que es fundamental abrir espacios de diálogo que permitan comprender cómo esta tecnología influye en la biología, la mente, la política y la vida social, y así comenzar a construir marcos regulatorios que prevengan conflictos.
Durante su ponencia, Rodrigo Florencio explicó que el uso de aplicaciones de inteligencia artificial ha crecido rápidamente, pero advirtió que también aumentan los riesgos. Señaló que estas herramientas pueden generar noticias falsas que aparentan profesionalismo, imágenes hiperrealistas inexistentes, videos manipulados y opiniones automatizadas en redes sociales. Por esa razón, insistió en la necesidad de contar con normas que regulen su uso y establezcan sanciones claras cuando se utilicen de forma irresponsable.
El especialista recalcó que el primer paso para enfrentar estos riesgos es la sensibilización, especialmente desde las escuelas, donde deben promoverse bases éticas que permitan a la población identificar información falsa. Subrayó que la formación ciudadana es clave para que las personas aprendan a verificar las fuentes y entiendan su responsabilidad al interactuar con sistemas de IA.
También mencionó que la libertad de expresión en el uso de plataformas basadas en IA —como ChatGPT, Gemini u OpenAI— no puede colocarse por encima de la ley. Comentó que, aunque cada persona tiene derecho a expresarse, la información debe ser verídica y generada bajo principios éticos que eviten la desinformación.
Como parte de su exposición, habló de países que han avanzado en el uso responsable de la inteligencia artificial. Brasil, por ejemplo, prioriza la transparencia y la gobernanza, y utiliza la IA en sectores como salud, justicia, educación y seguridad, además de aplicar sanciones para combatir la desinformación electoral. En Argentina, esta tecnología se usa para analizar bases de datos judiciales, detectar fraudes y revisar redes de corrupción; Colombia la emplea para movilidad, salud pública y análisis predictivo; mientras que en Chile se enfoca en derechos humanos, ética y prevención de incendios forestales.
En el caso de México, explicó que algunos estados ya utilizan chatbots en tareas de vigilancia, monitoreo ambiental, detección de incendios e identificación mediante reconocimiento facial. Aunque existen avances, añadió que todavía falta consolidar una regulación sólida para este tipo de herramientas.
Con estas reflexiones, el Congreso del Estado continúa impulsando el debate sobre el uso ético y responsable de la inteligencia artificial, un tema que se vuelve cada vez más relevante para la vida pública y el desarrollo tecnológico de San Luis Potosí y del país.
