Durante las actividades previas al sorteo del Mundial 2026 en Washington D.C., la FIFA presentó una serie de cambios que buscan reducir el tiempo perdido en los partidos y dar más herramientas a los árbitros. Pierluigi Collina, presidente del Comité de Árbitros, explicó que la intención es que el juego fluya sin interrupciones innecesarias y que las decisiones se tomen con mayor precisión.
Una de las medidas más llamativas es la creación de un límite claro para los porteros: solo tendrán ocho segundos para despejar el balón en cualquier situación. Esto surge después de que se detectaran retrasos constantes provocados por los guardametas y atenciones médicas que servían para pausar el juego.
La propuesta también plantea que cualquier futbolista que reciba asistencia médica dentro del campo deberá salir obligatoriamente por dos minutos antes de volver a jugar. Según Collina, esto ayudaría a disminuir las simulaciones usadas para detener el ritmo del partido.
Otra idea que se está considerando es permitir un “tiempo fuera” por cada mitad, parecido al que se usa en la NFL. La finalidad sería que los entrenadores puedan ajustar su estrategia sin recurrir a pausas fingidas o atenciones innecesarias.
En materia disciplinaria, la FIFA busca que las segundas tarjetas amarillas puedan revisarse mediante el VAR para evitar expulsiones polémicas. Además, se estudia implementar una revisión silenciosa con apoyo de inteligencia artificial antes de los tiros de esquina, con el fin de detectar irregularidades en jugadas que suelen terminar en acciones decisivas.
Collina agregó que también se espera que los árbitros puedan utilizar cámaras corporales durante el Mundial de 2026, que se celebrará en México, Estados Unidos y Canadá.