Durante las fiestas de fin de año, cuando muchas personas enfrentan mayor carga emocional, se ha vuelto común que más mexicanos recurran a antidepresivos sin acudir primero al médico. Aunque estos productos pueden dar una sensación temporal de alivio, especialistas advierten que su uso sin supervisión puede empeorar los síntomas o generar efectos secundarios inesperados.
Entre los artículos más comprados se encuentran suplementos naturales que se promocionan como antidepresivos. Su venta es legal y accesible, pero médicos señalan que pueden causar problemas cuando se combinan con otros tratamientos o cuando se usan sin control profesional.
Investigaciones de la UNAM han encontrado que la automedicación con este tipo de productos puede afectar el funcionamiento del sistema digestivo, generar dependencia y, en casos más serios, ocasionar complicaciones cardiovasculares o reacciones adversas que ponen en riesgo la salud.
A pesar de esto, muchas personas continúan adquiriendo medicamentos y suplementos en farmacias sin receta. Estos productos no siempre tienen los mismos estándares de regulación que los antidepresivos recetados por especialistas, lo que aumenta la probabilidad de que aparezcan efectos no mencionados en sus etiquetas.
Datos recientes revelan que una cuarta parte de la población mexicana ha usado algún medicamento para atender síntomas emocionales como tristeza, ansiedad o estrés. Sin embargo, solo una minoría lo hace bajo guía médica, lo que demuestra la falta de acceso a atención especializada y la percepción equivocada de que estos productos son completamente seguros.
Los psiquiatras subrayan que padecimientos como la depresión o la ansiedad requieren una valoración profesional. Son ellos quienes determinan el tipo de medicamento necesario y la dosis correcta, ya que automedicarse puede retrasar un diagnóstico adecuado y complicar el cuadro clínico.
