María Ruiz
La violencia contra niñas, niños y adolescentes en el estado muestra un patrón sostenido y alarmante durante el periodo de abril 2020 a abril 2025. De acuerdo con la información entregada por la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana (SSPC), por medio de una solicitud de información en la plataforma nacional de transparencia bajo el folio 242840525000090, las intervenciones policiales por agresiones a menores se registraron únicamente en cuatro municipios: San Luis Potosí, Ciudad Valles, Matehuala y Tamazunchale.
No aparece ningún otro municipio en los registros oficiales, lo que revela tanto la concentración territorial del problema como posibles vacíos en la cobertura institucional en el resto del estado.
A lo largo del quinquenio, el municipio de San Luis Potosí se mantiene como el principal foco de violencia familiar y física contra menores. En 2020 registró 23 intervenciones por violencia familiar y 17 por violencia física. Para 2022, estas cifras se duplicaron o incluso triplicaron en algunos casos, alcanzando 58 intervenciones por violencia familiar y 25 por violencia física.
En 2024 se mantuvo un nivel elevado, con 36 eventos por violencia familiar y 21 por agresiones físicas. Finalmente, en el registro parcial de 2025, que abarca sólo hasta abril, la capital ya suma 63 intervenciones por violencia familiar y 45 por violencia física, una cifra que por sí sola supera los totales de años completos anteriores.
La capital también presenta casos esporádicos de violencia sexual, con dos reportes en 2020, uno en 2022 y dos más en 2024, mostrando que aunque no es el delito predominante en esta zona, su ocurrencia persiste.
En cambio, Ciudad Valles exhibe un perfil distinto pero igualmente grave: es el epicentro de la violencia sexual contra menores en el estado durante todo el periodo analizado. En 2020 contabilizó 12 intervenciones por este delito; en 2022, 13; en 2024, 15; y en los primeros meses de 2025 ya suma 10. Este comportamiento es constante y supera ampliamente a la capital, donde en algunos años, como 2021 y 2023, no se registró ni un solo caso.
En cuanto a violencia familiar y física, Ciudad Valles mantiene cifras intermedias: entre 17 y 18 intervenciones por violencia familiar en distintos años del quinquenio, y entre tres y 19 intervenciones por violencia física, con un incremento notable en 2025, que ya reúne 19 casos registrados.
Esta tendencia revela que, mientras en la capital la violencia familiar y física domina la estadística, en la Huasteca el principal problema son los abusos sexuales, que se mantienen altos y sin variaciones que indiquen una reducción.
En cuanto a los otros municipios que aparecen en los registros, tanto Matehuala como Tamazunchale muestran una presencia mucho más reducida, pero significativa por tratarse de los únicos territorios adicionales donde la SSPC documentó intervenciones durante cinco años.
Sus cifras son bajas —generalmente entre dos y cuatro casos por rubro en los años en que aparecen— y suelen concentrarse en violencia familiar y física. Su inclusión incipiente a partir de 2021 sugiere que la violencia contra menores en estas regiones podría estar subregistrada, o que la capacidad de intervención policial es menor en comparación con la capital y con Ciudad Valles.
No obstante, el hecho de que los reportes oficiales mencionen exclusivamente estos cuatro municipios permite afirmar que ningún otro municipio del estado registra llamadas de auxilio o intervenciones documentadas por la SSPC en el periodo 2020–2025.
El análisis por edades confirma que la violencia afecta principalmente a dos grupos. El primero es el de niñas y niños pequeños, sobre todo entre los cuatro y siete años, quienes aparecen con casos constantes de violencia física y familiar durante el quinquenio. El año 2022 destaca de manera particular, ya que en la capital 42 menores de ese rango de edad fueron identificados como víctimas.
El segundo grupo es el de adolescentes entre 12 y 17 años, que encabezan el volumen total de intervenciones. En 2025, aun sin cerrar el año, San Luis Potosí capital ya contabiliza 39 adolescentes involucrados en incidentes atendidos por la policía, mientras que Ciudad Valles registra 15 en el mismo periodo.
Esta distribución demuestra que los menores más pequeños enfrentan violencia dentro del hogar, mientras que los adolescentes están expuestos a un rango más amplio de riesgos, incluidos conflictos familiares, agresiones físicas, episodios de desaparición y, en el caso de Valles, abusos sexuales.
Durante el quinquenio, la capital también registró casos relevantes de abandono y omisión de cuidados, con picos de 12 casos en 2022 y ocho en 2024. Las intervenciones por desaparición y localización de menores aparecen de forma recurrente, especialmente en Ciudad Valles, que alcanzó su punto más alto en 2023 con nueve intervenciones.
Esta persistencia muestra que los riesgos para niñas, niños y adolescentes en San Luis Potosí no se limitan a la violencia directa, sino que abarcan también negligencia, fugas, extravíos y fallas estructurales en su protección.