En México, el nombre Guadalupe tiene una presencia tan grande que es muy común encontrarse con una mujer llamada así o incluso con un hombre con el nombre José Guadalupe. Esto se debe a que, a diferencia de otros nombres que están más ligados a un solo género, Guadalupe funciona para ambos y ha sido usado por generaciones. Por eso escuchamos diminutivos como Lupita, Lupe o Lupillo en tantas partes del país.
La enorme popularidad del nombre también tiene que ver con la devoción hacia la Virgen de Guadalupe. Desde la tradición católica, se dice que la Virgen María se apareció en 1531 a Juan Diego en el cerro del Tepeyac. Con el paso del tiempo, su figura se volvió un símbolo de fe e identidad para los mexicanos, y el nombre comenzó a extenderse hasta convertirse en uno de los más usados.
Aunque parece sencillo saber cuántas personas se llaman Guadalupe, en realidad obtener cifras exactas es complicado, porque los registros oficiales cambian por periodos, por combinaciones de nombres y también por sexo. Aun así, hay datos que muestran claramente su presencia. Por ejemplo, el INEGI reportó que entre 2017 y 2021 el nombre figuró entre los 500 más populares del país.
En ese mismo periodo, “María Guadalupe” fue el nombre compuesto más usado entre mujeres con 11 700 registros, mientras que solo “Guadalupe” tuvo 9 832 registros femeninos. Además, en 2020 el INEGI compartió que ese año se registraron 15 884 mujeres y 843 hombres llamados Guadalupe.
El origen del nombre también suma a su historia. Su etimología es compleja y mezcla lenguas como el árabe, el latín y el náhuatl. Una de las explicaciones más conocidas viene del topónimo español “Guadalupe”, que podría significar “río de lobos” o “río oculto”. Otra teoría lo relaciona con el náhuatl coatlaxopeuh, que se ha interpretado como “la que aplasta la serpiente”, asociado a la Virgen.
Hoy, con la cercanía del Día de la Virgen de Guadalupe, surge la curiosidad de saber cuántas “Guadalupes” hay en México. Los números muestran que su presencia es enorme y refleja cómo tradición, religión, historia y cultura se han mezclado para mantener vivo este nombre tan representativo del país.
