Aunque fueron identificadas hace apenas unos años, tres especies de lagartijas arbóreas mexicanas ya enfrentan un alto riesgo de desaparecer. Especialistas advierten que su supervivencia depende de acciones urgentes para proteger su hábitat y frenar el tráfico ilegal que las amenaza.
Estas especies, conocidas como dragoncito de Coapilla, dragoncito de la Sierra La Sepultura y dragoncito de la Sierra de Zongolica, pertenecen al género Abronia y solo existen en México. Habitan en pequeños bosques de pino y encino en zonas montañosas de Chiapas y Veracruz, espacios naturales muy reducidos y fragmentados.
El Centro para la Diversidad Biológica solicitó al gobierno federal que estas lagartijas sean incluidas oficialmente como “En Peligro de Extinción” dentro de la Norma Oficial Mexicana 059. Esta medida permitiría aplicar reglas más estrictas para su cuidado, limitar su captura y obligar a las autoridades a proteger los ecosistemas donde viven.
Alejandro Olivera, representante del organismo en México, explicó que estas especies son extremadamente raras y carecen de protección legal porque fueron descubiertas recientemente. Señaló que la revisión actual de la NOM-059 representa una oportunidad clave para incluirlas y evitar que desaparezcan antes de ser plenamente estudiadas.
Cada una de estas lagartijas tiene una distribución muy limitada. El dragoncito de Coapilla solo ha sido visto una vez en una zona forestal menor a 10 kilómetros cuadrados. El de la Sierra La Sepultura ha sido registrado en contadas ocasiones, pese a extensas búsquedas, y el de la Sierra de Zongolica sobrevive únicamente en áreas aisladas de Veracruz.
Además de la pérdida de su entorno natural, estas especies enfrentan una fuerte presión por el comercio ilegal. Su rareza las hace muy atractivas en el mercado internacional de mascotas, principalmente en Estados Unidos y Europa, lo que incrementa el riesgo para sus pequeñas poblaciones.
Aunque varias especies del género Abronia ya están protegidas por acuerdos internacionales como la CITES, esto no ha sido suficiente para detener el tráfico ilegal. Por ello, especialistas consideran fundamental reforzar la protección desde la legislación nacional.
Finalmente, los expertos recordaron que las lagartijas arbóreas cumplen un papel importante en los ecosistemas, ya que ayudan a controlar plagas, forman parte de la cadena alimenticia y contribuyen al equilibrio natural. Protegerlas no solo significa salvar a estas especies, sino también conservar los bosques donde habitan.