El presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski, dio a conocer que su país y Estados Unidos trabajan en un plan conjunto de 20 puntos para intentar poner fin a la guerra con Rusia, aunque reconoció que todavía existen desacuerdos importantes y que no hay certeza de que Moscú acepte los nuevos términos.
De acuerdo con el mandatario ucraniano, la versión más reciente del plan contempla congelar el conflicto en las líneas actuales del frente y abre la posibilidad de establecer zonas desmilitarizadas. Zelenski explicó que este documento es resultado de negociaciones entre representantes de Ucrania y Estados Unidos, y que actualmente está siendo analizado por el gobierno ruso.
El propio presidente admitió que el plan no es completamente favorable para Kiev y que incluye puntos con los que no está de acuerdo. Sin embargo, subrayó que Ucrania logró modificar la propuesta inicial de Washington, la cual originalmente incluía 28 puntos y retomaba varias exigencias planteadas por Rusia.
Entre los cambios más relevantes, se eliminó la exigencia de que Ucrania se retire de inmediato de las zonas que controla en la región oriental de Donetsk, parte del Donbás. También fue descartada la opción de reconocer como territorio ruso las áreas actualmente ocupadas por Moscú.
Otro punto que fue retirado del documento es la obligación de que Ucrania renuncie de forma oficial a su aspiración de integrarse a la OTAN. Aunque Estados Unidos ha señalado que no contempla admitir a Ucrania en la Alianza Atlántica por ahora, Zelenski afirmó que su país no aceptará modificar su Constitución para cerrar esa posibilidad de manera definitiva.
Respecto a la postura rusa, el Kremlin se ha mostrado cauteloso. Su portavoz, Dmitri Peskov, señaló que Moscú sigue definiendo su posición y evitó dar detalles sobre el contenido del plan. Rusia mantiene su exigencia de que Ucrania abandone por completo el Donbás y ha reiterado que considera inaceptable cualquier acercamiento de Kiev a la OTAN.
Zelenski explicó que, en caso de un acuerdo, la línea actual de despliegue militar en regiones como Donetsk, Lugansk y Zaporiyia sería reconocida de facto como la línea de contacto, lo que marcaría un punto clave para intentar detener los combates.