1. El sabio
Si alguna clase te marcó, seguramente fue una de las que da este tipo de maestros. Para ellos, no hay pregunta que no tenga respuesta, y para nosotros no había clase en la que no aprendiéramos algo nuevo.
Su frase: “No hay preguntas tontas, tonto el que no pregunta.”
2. El Maldito
El típico que por todo encuentra excusas para regañar a sus alumnos. Para él, todos los días son un buen día para dejar tarea extra o hacer examen sorpresa. Nos odian, y nosotros a ellos.
Su frase: “Ahora, por culpa de su compañero, nadie sale a recreo.”
3. El fósil
Este maestro le dio clases a nuestros hermanos mayores, y, en algunos casos hasta a nuestros papás. Es tan viejito que ya no escucha bien, y al dar su clase se le va el avión y termina hablando de todo menos su materia.
Su frase: “Yo no estudié la historia, la viví.”
4. El teto
Algunas personas nunca superan complejos de la juventud. El maestro teto era el niñito raro y molestado de la escuela. Ahora que es profesor trata de superar su trauma con chistes malos, intentando estar “en onda”.
5. El aburrido
Su tono de voz es una invitación a dormir. La clase de este maestro es el momento perfecto para echar la siesta, fantasear con la persona que nos gusta, o para entrar en estado vegetativo… todo eso con un “bla, bla, bla” de fondo.
Su frase: No tiene. Nos perdimos antes de escucharla.
6. El indefenso
Estos maestros son los que más sufren. Llegan al salón y es como si fueran invisibles: nadie les hace caso. Por más que el maestro intenta hacerse el rudo para poner orden, no lo logra. No intimida ni al más matado.
Su frase: “Si no se callan doy el tema por visto.”
7. El barco
Se dividen en dos: los que están conscientes de que son barcos, y los que no. Los primeros son lo máximo porque siempre te hacen el paro con las tareas, y se la llevan leve porque saben que probablemente no acabes dedicándote a lo que ellos enseñan. Los segundos son un atentado a la inteligencia humana, no porque sean tontos, sino porque sus tareas son aptas para niños de kínder.
Su frase: “¿No hiciste la tarea? No importa, luego me la entregas.”
8. El negociante
¿A nada de reprobar una materia? Con una generosa cantidad de dinero, una botella, o una corbata, hacen magia y convierten cualquier calificación reprobatoria en un 10, así como si nada. En algunos casos, las niñas pueden comprar su calificación con un escote o una minifalda. Cuidado con este tipo de maestros.
Su frase: “No te da el promedio, ¿cómo le hacemos?”
9. Los guapos
Son esos maestros y maestras que, si en serio fuera tradicional eso de regalar manzanas, tendrían un mercado entero. Vas a su clase sólo por ellos y en vez de ponerles atención formulas en tu calenturienta cabecita todo un romance clandestino que seguramente nunca pasará.
Su frase: ¿Acaso importa?
http://www.chilango.com/ciudad/nota/2011/05/14/9-tipos-de-maestros