Si algo tenemos en común todos como mexicanos, es que estamos cansado de la inseguridad. No importa en qué estado vivas, tiro por viaje es algo “normal” escuchar que asaltaron al vecino o le robaron sus cosas a un conocido. Sin embargo, hay quienes de plano ya no pudieron aguantar e hicieron justicia con su propia mano, aunque no siempre sea la mejor manera de arreglar las cosas. Tal es el caso de un grupo de repartidores de comida, quienes se vengaron y agarraron a trancazos a un presunto ladrón.
A través de redes sociales se hizo viral este caso, pues después de mucho tiempo lidiando contra los ladrones, varias personas que trabajan entregando pedidos en aplicaciones decidieron juntarse y darle una cucharada de su propio chocolate a aquellos que sin deberla ni temerla, les quitan los objetos que con mucho esfuerzo han conseguido. Aunque eso sí, como dirían por ahí, armaron un plan fríamente calculado.
Estos repartidores se organizaron para vengarse de un supuesto ladrón
En un video publicado en Twitter se puede ver cómo los repartidores llegan hasta el domicilio del supuesto ladrón –a quien estuvieron siguiendo para dar con el lugar en donde vive–. Con cascos, palos, tubos cinturones y hasta una botella de vidrio, estos hombres tocaron al timbre y luego de empujarla se dejaron ir como hilo de media, pues comenzaron a darle de catorrazos a esta persona y le exigían que devolvería un teléfono celular que presuntamente les había robado.
Al menos eran 10 las personas que entraron a un cuarto y se fueron con todo en contra de este sujeto, a quien lograron sacar a la calle y en el piso le gritaban “el celular, perro, ¿dónde está el celular?” El tipo respondió que no sabía nada, mientras la mayoría seguía pateándolo hasta que de plano se cansaron. A continuación les dejamos el video, pero les advertimos que las imágenes pueden ser fuertes:
Como era de esperarse, la historia rápidamente se hizo viral en redes sociales, donde hubo comentarios de todo tipo. Por un lado estuvieron aquellos que apoyaron lo que hicieron, pues están hartos de que los ladrones les quiten sus cosas a la mala. Pero también aparecieron quienes mencionaron que quizá no fue la mejor manera de solucionar el asunto. Hasta el momento se desconoce qué pasó después, si las autoridades agarraron al presunto ratero o si hubo consecuencias para los repartidores de comida por entrar a una casa sin permiso.
Sopitas
