Al sujeto le gustan las niñas de esa edad.
Al indigente detenido por presuntamente raptar a Heidi le gustan las niñas de esa edad, a ella la quería para que fuera su mujer y pretendía llevársela al ejido Estación 500; ayer se hicieron diligencias en la casa de la colonia Mirador donde supuestamente la mantuvo cautiva; los vecinos dijeron que nunca lo habían visto en la zona y mencionaron que hay otro hombre con características similares que se refugia en ese domicilio.
El “Dos Caras” o “Cien Caras” no dijo cuándo se llevó a Heidi Izaguirre Gómez, recordó que en marzo o abril anduvo rondando la colonia Estación y vio a unos niños jugando, entre ellos a una niña a la que le dijo que andaba paseando y a la que invitó que se fuera con él. Ella habría aceptado.
Guillermo no se ubica en tiempo y espacio, y su declaración no coincide con las horas en las que presuntamente desapareció la niña el lunes 8 de mayo, de su cama. Mientras que la abuela materna, Leopolda Meraz asegura que la niña estaba dormida y que un testigo vio antes de las 1:45 horas a un hombre con la menor desaparecida, el detenido menciona que los hechos se habrían registrado cuando unos niños jugaban en la calle.
Guillermo, caminó con Heidi hasta la avenida Pedro Antonio Santos, dijo que cruzó el predio de Fibracel y estuvo en ese sitio por lapso de una hora. Después comenzaron a caminar por la avenida Pedro Antonio Santos, en ratos la cargaba y en otras la llevaba “a pata”. Habría pasado la zona centro y llegaron al “Ron” donde estuvo otra hora, para después regresar hacia la Glorieta Hidalgo.
En el trayecto se habría encontrado a unos vigilantes que andaban en moto y bicicleta, quienes lo siguieron y le preguntaban si la menor que llevaba cargada en los hombros era su hija, pero “El Cien Caras” no les contestó, era más rápido y ágil que ellos, pues asegura que corrió con la niña cargada y llegó a una casa deshabitada de la calle Tamuín, a la que él llamó colonia Obrera, evadiendo así a los vigilantes. Ya era de noche.
El detenido dijo que estuvo en esa casa “muchos días” encerrado en esa vivienda y se alimentaban con polvos de chocolate, pan y sandías, así como con comida que él conseguía cerca de Sams. Aseguró que le consiguió zapatos a Heidi y pensaba buscarle un pantalón, y ella le habría dado una pulsera que ella usaba para que se la guardara.
Decidió regresarla a casa porque creyó que era lo más “saludable” para ella, así que caminaron hasta la colonia Estación, la llevaba cargada y luego la bajo dejándola cerca para que la niña caminara hacia su vivienda.
Era de día y nadie los vio.
A Heidi le habría dicho que quería que fuera su mujer para que lo atendiera, le lavara la ropa y le hiciera de comer.
Guillermo confesó que le gustaban las niñas pequeñas como de la edad de Heidi, y que en otras dos ocasiones ya había “agarrado” a otras menores, sin dar más detalles.
Los vecinos de la calle Tamuín, en la Mirador aseguran que nunca habían visto rondar al hombre en la zona, pero aseguraron que a esa casa se mete un hombre moreno, delgado y alto, que coincide con las características del detenido. Mencionaron que un jefe de policía vive muy cerca de la casa donde estaba Heidi y siempre está una patrulla en la zona, pero los oficiales no habrían detectado nada extraño.
Las investigaciones y diligencias continúan por parte de los elementos de la Policía Ministerial de Estado.
Fuente: Pulso