Negligencia. Inoperancia. Insensibilidad. Revictimización. Todas las veces que las autoridades le fallaron a Yolanda Martínez, que ha sido encontrada sin vida 38 días después de su desaparición en Nuevo León.
A Yolanda la encontraron el pasado 8 de mayo en un terreno baldío en el municipio de Juárez, a tan solo cuatro kilómetros de su casa, pero a más de 30 kilómetros del punto de donde desapareció en la colonia Constituyentes de Querétaro.
Sin embargo, durante semanas las autoridades sostuvieron que se había ido por su propia voluntad, incluyendo el propio Gobernador de la entidad, Samuel García, que días antes trató de dar un respiro de esperanza a la familia, al insinuar que la joven seguía con vida… porque estaba ocultándose por miedo.
Su cuerpo, en realidad, yacía muerto desde hace más de tres semanas en un avanzado estado de descomposición antes de que la Fiscalía anunciara pronto que el cuerpo encontrado por una vecina en un baldío podría corresponder al de Yolanda. La ropa, sus pertenencias y algunos de los rasgos físicos coincidían con los de la joven el día que fue vista por última vez. Las pruebas de ADN han confirmado que el cadáver corresponde al de Yolanda.
Las autoridades le fallaron a Yolanda y a su familia desde el primer día de su desaparición. Gerardo Martínez, su padre, logró poner la denuncia por su desaparición el 4 de abril, varios días después debido a una falla en su sistema por internet. Ni así comenzó su búsqueda.
“Yo pensé que no hizo efecto mi denuncia o que se les olvidó, así que llamé y me dijeron que siguiera en mi casa, que me fuera a trabajar, que yo ya había puesto la denuncia, que esperara”, explicó don Gerardo.
Aunque las autoridades no tomaron en serio el caso de Yolanda sino hasta mucho después debido, en parte, a la presión mediática por la crisis de mujeres desaparecidas en Nuevo León, don Gerardo comenzó solo la búsqueda.
Todos los días repetía los recorridos que habría podido tomar su hija para ir a buscar trabajo ese día. Cronometraba los tiempos de espera en los autobuses, como cuenta el diario El País; medía lo que tardaban los trayectos, tomaba diferentes rutas tratando de entender cómo había desaparecido su hija por medio de alguna cámara que hubiera podido grabarla.
A las 11:27 horas del 31 de marzo, Yolanda fue captada por una cámara mientras caminaba sobre la calle Ismael Pintado hacia la avenida Conductores. “Ahí se la tragó la tierra, ahí me la levantaron, me la desaparecieron y yo siento que ya no está, ¿por qué? Porque son muchos días. Yo pensaba encontrarla inmediatamente, pero no lo logré”, dijo el padre de la víctima a finales del mes de abril a El País.
Las deficiencias en las búsquedas de mujeres desaparecidas en Nuevo León incluyen los casos de María Fernanda Contreras, Debanhi Escobar y Yolanda Martínez, así como la desaparición de Celeste Tranquilino, de 16 años, que ya no regresó a su casa el mismo día que Yolanda desapareció.
Plumas Atómicas