Retrasos por horas en las líneas de producción, problemas de logística y pérdidas incuantificables hasta ahora, son las consecuencias para la mayoría de más de quinientas empresas de la Zona Industrial, con motivo de los accidentes que técnicamente provocaron el cierre de la carretera 57, en su tramo de San Luis Potosí a Querétaro, informó Juan Pablo Torres Barrera, presidente de Industriales Potosinos, A.C.
Entre los últimos minutos del domingo y la madrugada del lunes, dos choques y una carambola en las carreteras a Rioverde, a la altura de Villa de Zaragoza, y a Querétaro, comprometieron el flujo de tráfico hacia la Zona Industrial. Nueve personas fallecieron en esos tres percances.
La vocería de BMW reportó operación normal, aunque precisó que los accidentes causaron retrasos en el ingreso de su personal a planta.
El presidente de IPAC explicó que por lo menos hubo un arranque muy retrasado de la producción en las empresas.
Dijo que no hay plantas en particular que hubieran resultado más afectadas, sino que todas tuvieron problemas y sobre todo aquellas que dependen del uso de la carretera 57 para diversas etapas de su trabajo.
Comentó que todas en general se vieron afectadas en mayor o menor medida, ya sea por proveeduría, por la llegada a las fuentes de trabajo y por el desarrollo de las actividades de las que depende la logística.
Advirtió que por ahora no están totalmente contabilizadas las pérdidas, pero en definitiva estuvo frenado todo el proceso industrial de San Luis Potosí.
A su juicio, urge que el Gobierno Federal retome el proyecto de la ampliación de la carretera 57 a un mínimo de tres carriles por cuerpo de circulación vehicular, para que el tránsito vehicular fluya mejor y disminuyan las posibilidades de estrangulamiento durante un accidente.
Según cálculos de la Junta Estatal de Caminos, por carretera 57 circulan alrededor de 109 mil vehículos diariamente, cifra que crecerá ampliamente para fines de 2020.
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