El gobernador de Texas, Rick Perry, incluyó a los cárteles mexicanos entre los sospechosos de los recientes asesinatos de un fiscales del condado (municipio) de Kaufman y su esposa.
Pero al hacerlo y vincular los crímenes con la cuestión de la seguridad fronteriza, parte ahora del debate sobre una reforma migratoria, Perry pareció restar importancia a versiones sobre la posible participación de la organización racista Hermandad Aria.
El gobernador en Estados Unidos subrayó que es “demasiado pronto” para especular sobre los responsables de los asesinatos de Mike McLelland y su esposa Cynthia, el pasado fin de semana. Mark Hasse, otro fiscal del mismo condado, fue asesinado en enero.
Sin embargo, abrió la puerta a versiones en torno a los cárteles mexicanos o a inmigrantes indocumentados.
Las sospechas
Las primeras sospechas recayeron sobre la Hermandad Aria, una pandilla racista basada en prisiones, especialmente del suroeste de Estados Unidos, a las que se vinculó también en febrero con el asesinato del encargado de una prisión en Colorado.
McLelland había sido parte de un equipo que desarrolló un caso criminal contra elementos de la Hermandad Aria y que ahora se encuentra en tribunales.
El grupo es “particularmente violento”, según la prensa estadunidense y tiene una estructura paramilitar.
El Southern Poverty Law Center, que monitorea a grupos extremistas, dijo que la hermandad es un grupo criminal supremacista blanco, cuyas actividades incluyen el asesinato, la extorsión y el tráfico de drogas.
El impacto de los asesinatos fue tal que un fiscal federal a cargo de proseguir acusaciones contra 34 miembros del grupo pidió ser relevado por preocupaciones en torno a su seguridad.
La revista electrónica Slate hizo notar que de ser cierto, sería una señal de las amenazas de revancha tendrían el efecto deseado sobre los funcionarios judiciales.
Las acusaciones del gobernador
La primera vez, pero en declaraciones a la cadena Fox, Perry destacó que “sabemos que los cárteles están ahora muy activos en nuestro país”, para luego referir el problema a la seguridad en la frontera con México y “el fracaso del gobierno federal” en asegurar las zonas limítrofes.
Según Perry, el asunto “va más allá, hasta el asunto de la seguridad fronteriza”.
“Es la gran preocupación, y lo sugeriría que está en el corazón del asunto. Usted asegura la frontera hará mas difícil para que esos individuos tengan acceso a este país, al tiempo de ocuparse de todo lo que depende de inmigración”, agregó.
“Desafortunadamente vivimos en un mundo muy peligroso, ya sea en Corea del Norte o aquí mismo en el estado de Texas”, dijo Perry.
Kaufman está a unos 30 kilómetros de Dallas y de hecho las autoridades convinieron ofrecer protección a su cuerpo de fiscales, según un reporte del Dallas Morning News.
Las pesquisas de los homicidios
Excélsior publicó la semana pasada que la Oficina Federal de Investigación (FBI) de Estados Unidos encabeza las pesquisas relacionadas con el asesinato del fiscal de Texas, Mike McLelland, y el de su esposa Cyinthia, quienes fueron encontrados muertos en su casa.
El crimen del fiscal estatal, que también es investigado por la policía local y la fuerza especial denominada Texas Rangers, ocurre dos meses después de que su asistente, Mark Hasse, fuera ultimado camino a su trabajo.
Hasta el momento las autoridades no han identificado a algún sospechoso, ni han indicado si hay alguna relación entre los homicidios de los dos funcionarios.
Autoridades de la ciudad de Kauffman indicaron que se cree que los dos hombres fueron blanco del mismo asesino y se sospecha que los casos están “fuertemente vinculados”.
http://www.excelsior.com.mx/nacional/2013/04/04/892173