Los perritos no necesitan estar en un hogar para ganarse el cariño de los humanos, o así lo demostró el querido ‘Manchas’, un can de la calle que conquistó a un barrio en Perú y que lo despidieron como a un humano tras su muerte.
En el barrio peruano de Lurín, un perrito fue despedido con todos los honores, ya que por mucho tiempo Manchas fue el “guardián” de la zona.
Los vecinos diariamente le daban comida a este perritoy se encargaron incluso de colaborar entre todos para construirle una pequeña casa. Machas era, sin duda, un perrito muy querido porque cuidaba el barrio y lo protegían a él.
Y si bien tenía todas las comodidades que el barrio el podía brindar, además la gente se preocupada por su salud. Por eso, cada vez que se enfermaba producto de su avanzada edad, algún vecino se encargaba de llevarlo al veterinario. Sin embargo, en su última hospitalización, no pudo ganar la batalla y falleció.
Upsocl