Fernanda Durán
Estudios realizados por investigadores de la Universidad Autónoma de San Luis Potosí (UASLP) durante los últimos 12 años, han detectado riesgos significativos en la zona de la presa de San José, los cuales advierten sobre la posibilidad de desprendimientos de rocas y deslaves que podrían representar una grave amenaza para la seguridad de los visitantes.
Este miércoles 3 de julio se dio a conocer que Lorenzo Borselli, profesor de tiempo completo del Instituto de Geología de la UASLP, recientemente acudió a la presa a corroborar las investigaciones que se han desarrollado en la entidad académica junto a Rubén Alfonso López Doncel, director del instituto, y que han sido validadas por estudios adicionales en 2016 y 2018.
Además de que fue contactado por Protección Civil del ayuntamiento capitalino para atender los problemas que han detectado, como la caída de rocas, pues se ha observado la presencia de bloques rocosos de gran tamaño, algunos con diámetros superiores a los tres metros y un peso mayor a 10 toneladas, en las paredes semi-verticales que rodean la presa, por lo que estos bloques podrían desprenderse y caer sobre las áreas de juegos infantiles, venta de alimentos y estacionamiento público, poniendo en riesgo la integridad física de las personas.
Otro de problema es el desprendimiento en la infraestructura hidráulica, pues los investigadores señalan que también han detectado riesgo en los vertederos, utilizados para la evacuación del excedente de agua cuando la presa alcanza su capacidad máxima, lo que podría ocasionar daños a esta infraestructura y afectar la operación segura de la presa.
De acuerdo con los expertos, la cartografía inicial de la Sierra de San Miguelito ya mencionaba las formaciones con posibilidad de caídas de rocas debido a la erosión, información que se formalizó en un documento en 2012, con la creación del Atlas de Riesgo para los municipios de San Luis Potosí y Soledad de Graciano Sánchez. El problema se ha vuelto más evidente con los estudios recientes del doctor Borselli, quien ha detectado derrumbes en los últimos cinco años.
Los expertos de la UASLP atribuyen estos riesgos a la naturaleza volcánica de las rocas que forman la presa y su vaso, las cuales son propensas a fracturarse y erosionarse por la acción del agua, la luz y la vegetación, incluso a factores como la sequía y las lluvias extremas pueden incrementar el riesgo de desprendimientos.
Ante esta situación, el doctor López Doncel ha hecho un llamado a las autoridades correspondientes para que tomen medidas urgentes para proteger la seguridad de los visitantes y la integridad de la presa.
Entre las medidas recomendadas se encuentra la restricción del acceso público a las zonas de mayor riesgo de desprendimientos de rocas o deslaves; en caso de no restringir completamente el acceso, se recomienda la instalación de letreros claros y visibles que adviertan a los visitantes sobre el peligro y les informen que cualquier ingreso al área se realiza bajo su propia responsabilidad.
Por su parte, Borselli también recomendó estudios más detallados, utilizando modelos digitales de la superficie del terreno de la presa con alta resolución a fin de obtener una evaluación más precisa de las zonas afectadas.
“Nosotros vamos a detectar rocas en equilibrio precario, evaluar qué hacer, dónde cae y cuáles son las afectaciones, a través de herramientas físico-matemáticas que nos permiten identificar las amenazas. Tenemos especialistas que pueden evaluar cuál es el área potencialmente amenazada”.