En lo que va de 2024, África ha reportado 32,407 casos de mpox, también conocida como viruela del mono, de los cuales 6,441 están confirmados, y se han registrado 840 muertes. Esta cifra ha sido comunicada por la agencia de salud pública de la Unión Africana (UA), aunque no se descartan más casos en países que no los han notificado.
Jean Kaseya, director de los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades de África (CDC de África), señaló en una conferencia que en la última semana se registraron 2,910 nuevos casos y 16 nuevas muertes, además de 86 decesos que no habían sido informados anteriormente. La subregión de África Central, y en particular la República Democrática del Congo (RDC), sigue siendo la más afectada, acumulando 26,267 casos y 833 muertes.
Kaseya reconoció que no se están realizando suficientes pruebas en la RDC, donde solo se verifica clínicamente el 38.6% de los casos sospechosos, con una tasa de positividad del 55.2%. No obstante, países como Marruecos, Uganda y Camerún presentan tasas del 100% en sus pruebas.
Además, Kaseya subrayó la importancia de la vigilancia en las fronteras, mencionando a países como Tanzania, que no ha reportado casos pese a estar rodeada por naciones con altos niveles de infección.
La OMS y los CDC de África mantienen la vigilancia y rastreo de contactos como prioridad, destacando la eficacia de la vacuna. Para ello, se ha asegurado una inversión de 72 millones de dólares para su distribución en África y 145 millones para mejorar la producción de vacunas en el continente.
El brote de mpox en África ha sido declarado como una emergencia de salud pública, con una nueva variante que preocupa debido a su alta mortalidad y rápida propagación, sobre todo en África Central. Esta variante, que difiere del brote de 2022, ha generado alerta a nivel internacional tras ser detectada en Suecia.
