La ida de los cuartos de final de la Concacaf Nations League entre Honduras y México estuvo marcada por una creciente tensión en el Estadio Morazán, con varios incidentes que empañaron el encuentro.
Uno de los momentos más controversiales fue el gesto de provocación de Javier Aguirre, el técnico mexicano, quien fue captado levantando el dedo medio en respuesta a los gritos y provocaciones de los aficionados hondureños. A lo largo del partido, Aguirre también fue grabado pronunciando insultos a la afición rival, con un audio que captó frases como: “Chinguen a su madre, cabrones… Hijos de puta madre”. Esto incrementó la hostilidad en el estadio, culminando en el lanzamiento de una lata que golpeó a Aguirre en la cabeza, provocándole una herida que requirió atención médica y suturas.
A pesar de la sangre y la herida, Aguirre mostró una gran resiliencia y siguió con el partido, incluso acercándose al técnico rival, Reinaldo Rueda, con quien tuvo una breve conversación tras el incidente. Los servicios médicos de la selección mexicana lo atendieron rápidamente y le realizaron una sutura de cuatro puntos para detener la hemorragia.
Además, otro miembro de la selección mexicana, Jesús Gallardo, también fue señalado por su comportamiento en el partido. El Diario Diez publicó una imagen en la que Gallardo realiza un gesto burlón de “llorones” hacia los aficionados hondureños, lo que también avivó la ira de la afición local.
Estos incidentes provocaron un ambiente extremadamente caliente en el Estadio Morazán, con las tensiones entre las aficiones de ambos equipos llegando al límite. La vuelta del encuentro, que se disputará en el Estadio Nemesio Díez en Toluca, promete ser igualmente candente.