El líder nacional del PRI, Alejandro Moreno Cárdenas, aka Alito, está en un precipicio. Mientras la FGE lo investiga por los presuntos delitos de lavado de dinero y evasión fiscal, el Instituto Nacional Electoral (INE) también ha iniciado una investigación por el probable delito de financiamiento ilícito.
El INE ha informado que a raíz de la filtración de una serie de audios que incriminarían al líder del PRI en múltiples escándalos de corrupción, la Unidad Técnica de Fiscalización (UTF) comenzó una serie de indagatorias por “posibles conductas ilícitas en materia de fiscalización, relacionadas con supuestas aportaciones a campañas electorales”, como ha explicado el instituto electoral.
La denuncia que investiga particularmente el INE, entre todas las denuncias por parte de la gobernadora de Campeche, Layda Sansores, es una en la que se habría revelado una presunta extorsión a Cinépolis por 25 millones de pesos para financiar a sus candidatos en Michoacán.
Las indagatorias del INE contra Alito es solo una más de todas los constantes problemas que ha enfrentado el líder nacional del PRI desde que no ganó ni una sola gubernatura en las pasadas elecciones.
Quizá el menor de los problemas de Alito ahora sea que al interior del partido algunos militantes están ejerciendo presión para que Alito sea expulsado, ya que “su imagen se encuentra gravemente afectada”. Recientemente, una de sus casas en Campeche fue cateada y exhibida en redes sociales luego de que la FGR entró a la fuerza como parte de la indagatoria.
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