Al menos 33 personas han muerto y otras 48 han sido hospitalizadas en Estambul debido al consumo de alcohol adulterado, según informó la agencia de noticias estatal Anatolia. Este trágico incidente ha afectado a más de 88 personas que ingresaron a hospitales de la ciudad en los últimos días. De los hospitalizados, 29 se encuentran en estado grave y necesitan respiradores.
El gobierno de Estambul ha arrestado a 15 personas involucradas en la distribución de alcohol adulterado. Cuatro de los detenidos ya han sido condenados, mientras que ocho enfrentan procesos legales y tres han sido liberados. En total, se han confiscado 29 toneladas de alcohol ilegal desde principios de año, con una cifra más alta de incautaciones en 2024.
Además, las autoridades han tomado medidas más estrictas, como exigir cámaras de seguridad en todos los establecimientos que vendan alcohol, las cuales deben grabar las 24 horas y conservar las grabaciones por 30 días. También se cancelarán las licencias de los negocios que comercialicen bebidas adulteradas, especialmente si estas causan muertes.
Este incremento en el consumo de alcohol ilegal podría estar vinculado a la alta carga fiscal sobre las bebidas alcohólicas en Turquía, lo que fomenta el contrabando y la producción ilegal de alcohol, especialmente entre las personas con menos recursos.
