La taquilla y los ratings muestran que las historias cómicas de fresas, ‘pirruris’ y nobles tienen asegurada la audiencia en México
El público mexicano sabe que si el drama no está en la telenovela estelar, lo encuentra en casa, por lo que al acudir a las salas de cine o al encender la televisión, solo quiere reír a carcajadas.
Con errores de edición y una trama simple, casi trillada, “Nosotros los Nobles” se convirtió en la película mexicana más taquillera de la historia al recaudar más de 255 millones de pesos y romper el récord de asistencia con 5.3 millones de entradas.
La ópera prima de Gaz Alazraki contó con un presupuesto de 25 millones de pesos, y las actuaciones pueden calificarse entre buenas y regulares. Sin embargo, la historia es una parodia bien lograda de la clase alta mexicana y de sus first world problems (problemas de primer mundo), lo que la hace entretenida y divertida.
Desde su estreno en 2002, y antes de ser desbancada por la familia Noble, “El crimen del padre Amaro” se había mantenido como la película mexicana más taquillera con una recaudación de más de 162 millones de pesos.
Le seguía “Una película de huevos” (2006), que con sus personajes salidos de la serie en línea “Huevocartoon” obtuvo más de 142 millones de pesos en la taquilla nacional.
“Rudo y Cursi” (2008) sumó más de 127 millones de pesos y “Sexo, pudor y lágrimas” (1999) recaudó 118 millones de pesos.
Cuatro de las cinco cintas más taquilleras a nivel nacional tienen el común denominador de la comedia. En este país, el drama pertenece a las telenovelas.
Ustedes la audiencia, nosotros los nobles
Gonzalo Vega y sus tres hijos “pirruris” en la trama (Javi, Barbie y Charlie) representan una realidad que, nos guste o no, a todos nos causa gracia cuando es parodiada.
Independientemente de qué tipo de cine aprecies, seguramente tú también te reíste con el choque de clases sociales en “Nosotros los Nobles”.
Tal vez la fórmula del éxito de esta cinta es que se trata de una parodia muy bien lograda de la clase alta mexicana, aunque no de la clase baja. Lo que vemos en pantalla es una comedia divertida y contemporánea del estereotipo intocable de los mirreyes y los fresas.
Antes, el mirrey o fresa encendía su televisión para reírse de la caricaturezca realidad de la vecindad; ahora, la vecindad se burla indirectamente de la “merecida” moraleja que obtiene el rico.
El historiador, investigador y crítico de cine Gustavo García dice que no se puede explicar la razón del éxito de la película de Alazraki “porque no aborda un tema controversial como ‘El crimen del padre Amaro’, ni tiene actores taquilleros, pero es un claro ejemplo del poder que tiene una buena campaña publicitaria para hacer que una película sea exitosa”.
La publicidad que más ayudó a este largometraje no fue su póster, sino el ruido que causó el “boca a boca”. Y es que muchas personas recomendaron la película precisamente por el mensaje.
Pero en ocasiones, ni la publicidad rescata a algunas cintas. Es el caso de “Canela”, película mexicana que se estrenó el pasado 12 de abril y que prácticamente pasó desapercibida, a pesar de que parecía una buena historia de drama y comedia que involucraba a tres generaciones de una familia mexicana, cuyo eje central es la cocina tradicional de nuestro país.
Víctor Ugalde, presidente de la Sociedad Mexicana de Directores-Realizadores de Obras Audiovisuales, señala que el caso de “Nosotros…” dará pie a que el público se incline por ver producciones “made in México”.
Amores, comedia y ‘Cenicientos’
En la televisión, con un toque de drama al más puro estilo de la telenovela mexicana, “Amores verdaderos” arrasó con el rating durante sus 180 capítulos.
El domingo 12 de mayo, cuando llegó a su fin, alcanzó 27.9 puntos de rating (porcentaje de personas que tienen televisión y que vieron la telenovela) y 50.8 de share (porcentaje que tiene respecto a la competencia).
Por si fuera poco, el capítulo final de la telenovela producida por Nicandro Díaz fue un especial de tres horas. Incluso tuvo su propio hashtag de promoción en TV y en las redes sociales: #FinalVerdadero.
El melodrama protagonizado por Érika Buenfil y Eduardo Yáñez, “el ranchero karateca” –como solía llamarlo la villana Kendra Ferreti, encarnada por la espectacular venezolana Marjorie de Sousa–, acaparó a la audiencia con su triunfo del amor sobre el dinero.
La historia se centró en dos guardaespaldas que resultaron ser unos auténticos “Cenicientos”: Yáñez como José Ángel Arriaga y Sebastián Rulli como Francisco “Guzmancito” Guzmán, ambos de la clase baja. Ellos velaron por la seguridad y el corazón de dos mujeres millonarias que eran madre e hija, Buenfil como Victoria Balvanera y Eiza González como Nicole “Nikki” Brizz.
Como en toda historia rosa, los interesados y frívolos fracasaron. Kendra Ferreti (De Sousa) fue literalmente devorada por lobos y Aníbal Balvanera (Enrique Rocha) fue encarcelado de por vida. A diferencia de los personajes que recapacitaron y prefirieron el amor sobre el dinero, como Santino “Salsero” Roca (Francisco Gattorno) y Liliana Arriaga (Sherlyn), quienes tuvieron su final feliz.
Tanto Barbie Noble como Nikki Brizz probaron en carne propia lo que se siente trabajar para ganarse la vida, y en el proceso “aprendieron” a valorar a su amor verdadero, aunque fuera de la clase baja.
Al igual que en la cinta de Alazraki, en la historia de “Arriaga” y “Guzmancito” los ricos aprenden lecciones porque los “niños bien” respetan y se relacionan con “los pobres”. Mientras que “los de abajo” mejoran su estatus de vida y tienen un final feliz.
Con información de: http://www.reporteindigo.com/piensa/entretenimiento/al-pueblo-pan-y-risas