Alarma por alto consumo infantil de ultraprocesados en SLP: 35% de su dieta

En San Luis Potosí, el 35% de las calorías que consumen diariamente niñas, niños y adolescentes proviene de productos ultraprocesados, según un estudio realizado por las organizaciones El Poder del Consumidor y Public Eye. Esta cifra, considerada alarmante, refleja una tendencia nacional que impacta directamente en la salud de la población infantil potosina.

El informe advierte que esta alta ingesta de productos bajos en nutrientes y ricos en colorantes sintéticos está relacionada con efectos negativos como déficit de atención, hiperactividad, alergias e incluso posibles daños genéticos. En el caso específico de San Luis Potosí, donde residen más de 900 mil menores, la exposición cotidiana a estos ingredientes se ha vuelto una constante, especialmente en tiendas y supermercados que priorizan su exhibición.

El análisis, que incluyó 217 productos disponibles en el mercado mexicano, reveló que más del 52% contenía colorantes sintéticos o combinaciones con colorantes naturales. Los productos más problemáticos fueron aquellos dirigidos directamente a niñas y niños: cereales de caja, botanas, bebidas saborizadas y golosinas con empaques llamativos y colores artificiales que captan su atención.

A diferencia de países como Suiza o Reino Unido, donde este tipo de productos ya han sido reformulados para eliminar aditivos visuales o sustituirlos por colorantes naturales, en México —incluyendo San Luis Potosí— aún se comercializan sin advertencias específicas en el etiquetado. Uno de los casos más preocupantes es el del colorante Rojo 3, prohibido recientemente en Estados Unidos por su potencial cancerígeno, pero aún presente en productos mexicanos.

La falta de regulación y de campañas informativas en el estado ha permitido que ingredientes como la Tartrazina (E-102), el Amarillo anaranjado S (E-110), la Azorrubina (E-122), la Eritrosina (E-127) y el Caramelo IV continúen siendo consumidos por menores, incluso dentro o en las inmediaciones de centros escolares.

Ante este panorama, el estudio recomienda acciones inmediatas como el etiquetado con leyendas de advertencia, vigilancia sanitaria más estricta, y el fomento de opciones alimenticias naturales. Profeco, por su parte, sugiere sustituir los colorantes sintéticos por alternativas como Curcumina (amarillo), Clorofila (verde), Carmín de cochinilla (rojo) o Antocianina (morado).

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