Alemania y Francia estuvieron coordinando la redacción de un nuevo tratado, en el marco de la Unión Europea, con el propósito de evitar futuras crisis financieras.
Así lo revelan comunicaciones interceptadas por Estados Unidos y que hoy filtra Wikileaks.
Esta información se suma a lo que la plataforma fundada por Julian Assange dio a conocer en días pasados, acerca del espionaje a los dirigentes franceses y alemanes.
Los intercambios revelados hoy se llevaron a cabo en diciembre de 2011 entre el presidente francés Nikolas Sarkozy y la canciller alemana Angela Merkel; y también entre algunos altos funcionarios de la Unión Europea.
Wikileaks explica que esta filtración es la primera basada en inteligencia recogida a través del programa Servicio Especial de Recolección, de la NSA y la CIA. Se trata de un programa encubierto en el cual empleados de la NSA trabajan bajo cubierta diplomática para llevar a cabo vigilancia extranjera desde las embajadas estadunidenses. Al parecer -dice la plataforma en un comunicado (https://wikileaks.org/nsa-germany/?4)-, la recolección de inteligencia se llevó a cabo desde las embajadas estadunidenses en Berlín y París.
“La publicación de hoy demuestra, una vez más, que Estados Unidos ha llevado a cabo una muy seria campaña de espionaje económico y político contra el corazón de Europa”, dice Assange, y propone: “La política de ‘Cielos Abiertos’ fue un elemento importante en la vigilancia del comportamiento de los Estados durante la Guerra Fría. Quizá sea hora de ‘Espías Abiertos’.”
Por su parte, la publicación alemana Der Spiegel denunció que fue blanco de espionaje por parte del gobierno estadunidense, y que la Cancillería alemana sabía, desde 2011, que los servicios de inteligencia de Estados Unidos interceptaban comunicaciones suyas y de la revista semanal y, “en el mejor de los casos, volteó la vista a otro lado mientras los estadunidenses violaban la ley; y en el peor de los casos, los apoyó”, afirma Der Spiegel
Fuente: La Jornada.