El Poder del Consumidor ha emitido una severa alerta respecto al consumo de las Chocoretas de Ricolino, popular producto de confitería, tras realizar un estudio de calidad que reveló múltiples preocupaciones para la salud de los consumidores.
En el estudio, se encontró que cada paquete de 125 gramos de Chocoretas contiene una alarmante cantidad de azúcares, sumando un total de 83.8 gramos, equivalente a aproximadamente 16.8 cucharadas cafeteras de azúcar. Esta cantidad supera en gran medida las recomendaciones de consumo diario establecidas por la OMS, llegando a representar más del 400% de la ingesta diaria recomendada.
Además del exceso de azúcares, las Chocoretas aportan 566 calorías por paquete, excediendo significativamente las 275 calorías establecidas como límite por la normativa NOM-051, la cual advierte sobre el consumo excesivo de calorías.
En términos de contenido graso, cada paquete contiene 21 gramos de grasa, de los cuales 19.9 gramos son grasas saturadas. Esto significa que casi el 95% de las grasas presentes son saturadas, conocidas por ser perjudiciales para la salud cardiovascular al contribuir al endurecimiento de las arterias y aumentar el riesgo de diversas enfermedades cardiacas.
Además de estos riesgos nutricionales, El Poder del Consumidor también señaló la presencia de aditivos en las Chocoretas, como el dióxido de titanio, colorante amarillo 5 y azul 1. Estos aditivos han sido asociados con posibles efectos adversos para el cerebro y el sistema inmunológico, y están catalogados como hiperalergénicos e inductores de hiperactividad aguda en niños.
Ante estos hallazgos, El Poder del Consumidor instó a evitar el consumo de Chocoretas de Ricolino y recomendó a los consumidores optar por alternativas más saludables. Incluso compartieron una receta simple para bolitas de chocolate artesanal con menta, fomentando opciones de confitería más nutritivas y menos perjudiciales para la salud.
Este llamado se realiza con el objetivo de informar a los consumidores y promover hábitos alimenticios más conscientes y saludables, especialmente en relación con productos que puedan afectar negativamente la salud a largo plazo.