A LO QUE TE TRUJE / Por Chencha
El mal aliento es un problema que sufre mucha gente, es desagradable para quien lo padece y más para los que lo rodean. La etiología de la halitosis es multifactorial, existiendo causas no orales, orales y extraorales. Los compuestos volátiles sulfurados (CVS): sulfuro de hidrógeno y metilmercaptano son los elementos prominentes de esa pestilencia.
En el PRI hay un fenómeno paralelo, la Alitosis, también lo padece su cabeza, Alejandro Moreno, Alito, todo él y su bocota ; la diferencia es que el pretende no darse cuenta de que lo provoca y es doblemente desagradable para quien lo rodea. También acá hay causas no orales, (la memoria en los hechos del agudo perjuicio que han hecho a México), orales, (sus múltiples disparates, dislates, erupciones vomitivas y arengas vergonzantes) y extraorales, (sus “golpes” de mesa e imposiciones como en el caso de Sara Rocha en San Luis Potosí), no hay partido con más negativos en la percepción ciudadana que el PRI, el de Peña Nieto, el de Echeverría, el de Toranzo, el de Horacio, el de Carreras, el de Pesina, de Leal Tovías y sus descuadrados Macabeos.
Alito ayer dio a conocer la expulsión, en algunos casos justificada y en otros no de varios Senadores y ex Gobernadores, la purga es natural pero las formas hacen que no solo le huela mal la bocota, sino que se le enrede la lengua con la larga cola que reptiles de su estirpe tienen.
Apuntando a San Luis y justo a una semana de su presencia aquí a razón del segundo informe de gobierno del alcalde Galindo, en las próximas horas, el Comité Ejecutivo Nacional del PRI se apresta a hacer un anuncio significativo que resonará en todo el panorama político local . Su próxima proclamación girará en torno a la continuidad de Sara Rocha al frente de la dirigencia estatal tricolor, al estilo López Obrador, esquiva las decisiones judiciales y hace las imposiciones clave. La fuente que nos mantiene al corriente de este acontecimiento crucial se ha abstenido de divulgar el marco jurídico exacto en el que se basará este anuncio, dejando así espacio a la especulación y la intriga. La ambigüedad que rodea al próximo anuncio podría adoptar dos formas distintas.
En primer lugar, podría suponer que Sara Rocha asumiera el cargo de presidenta mediante un acuerdo provisional, estratégicamente concebido para salvar la brecha temporal mientras se desarrolla el proceso electoral. Esta posibilidad ya ha sido contemplada en estas mismas páginas, y se perfila como una vía pragmática para la continuidad dentro del PRI.
Alternativamente, el PRI puede optar por un enfoque menos convencional, designando al Secretario de Organización para que asuma el papel de presidente en funciones. Este arreglo serviría como maniobra legal, permitiendo a Sara Rocha mantener su influencia y supervisión al tiempo que elude las limitaciones impuestas por el proceso electoral federal en curso.
En el telón de fondo de este drama, surge una cuestión pertinente. Se trata de la inviabilidad de reinstaurar el proceso de elección interna para la presidencia estatal del PRI en esta coyuntura, dado el inicio del proceso electoral federal. Este predicamento constituye el meollo de la impugnación que el partido tricolor ha interpuesto en contra del Tribunal Electoral del Estado de San Luis Potosí. En esencia, el PRI se compromete a cumplir con la resolución de reposición del proceso electoral. Sin embargo, este cumplimiento está supeditado a la conclusión del ciclo electoral 2023-2024, plazo que abarca aproximadamente un año.
Mientras las arenas del tiempo siguen escurriéndose, la incógnita se centra en la inminente sentencia de la Sala Regional del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación. Se anticipa ampliamente que la impugnación iniciada por el PRI inevitablemente encontrará su camino hacia este tribunal supremo, y el resultado sigue siendo tentadoramente incierto. El panorama político se prepara para un cambio dramático, y todos los ojos están puestos en el desarrollo de la saga dentro del PRI.
Alito, y ahora Sarita están en lo mismo, arrebatar el pedacito de lo que queda del partido peor calificado y más lejano a las mayorías rumbo a un proceso crucial, menudo tambache de presión para Xóchitl. Torrescano no ha sido un rival para nadie, ni opositor claro en ningún tema clave, tampoco representa un contrapeso que haga estallar la balanza de la Alitosis que llega con su fétido olor a San Luis Potosí.