ALMANAQUE SAN LUIS POTOSÍ 2025

El Radar

Por Jesús Aguilar

ENTREGA 2 | Sociedad

Agua, universidad, violencia y la vida cotidiana bajo presión

Si en la política 2025 fue un año de cálculo, en lo social fue un año de resistencia cotidiana.

Resistir la escasez.
Resistir la violencia.
Resistir la desconfianza institucional.

I. El agua: cuando la falla se vuelve normalidad

Pocas cosas explican mejor el malestar social que el agua.

Durante 2025, El Realito volvió a fallar. Y volvió a fallar. Y volvió a fallar. La repetición convirtió la excepción en rutina y la rutina en hartazgo.

En El Radar se insistió en algo fundamental:
el problema ya no es solo técnico, es de gobernanza.

¿Quién responde?
¿Quién informa?
¿Quién paga los costos políticos y sociales de cada interrupción?

El agua se volvió símbolo de algo más profundo: la fragilidad del contrato básico entre autoridad y ciudadanía.

II. Seguridad: cifras que no alcanzan

2025 también fue el año del choque entre estadísticas y percepción.

Los gobiernos reportaron disminuciones en homicidios y delitos de alto impacto. Pero la conversación social fue otra: robos cotidianos, carreteras inseguras, zonas grises donde el Estado llega tarde o no llega.

La seguridad, quedó claro, no se mide solo en tablas, sino en trayectos diarios, horarios, colonias específicas. La pregunta ciudadana no fue “¿bajó el delito?”, sino “¿puedo vivir tranquilo aquí y ahora?”.

III. Violencia de género: la cifra como disputa

El 25N volvió a llenar calles y consignas. Pero 2025 agregó un ingrediente más complejo: la disputa por la cifra.

¿Cuántos feminicidios?
¿Cuántos homicidios dolosos de mujeres?
¿Cómo se clasifican, investigan y sancionan?

El debate dejó una herida abierta: cuando la sociedad desconfía del registro, la estadística deja de tranquilizar y se convierte en motivo de movilización.

IV. Universidad y protesta: juventud como conciencia incómoda

Lo ocurrido en la UASLP no fue un episodio aislado, sino parte de un patrón nacional: juventudes que ya no aceptan respuestas administrativas frente a violencias estructurales.

Las protestas de octubre mostraron una generación menos dispuesta a negociar silencios y más consciente de su capacidad de presión. También evidenciaron la dificultad institucional para procesar conflictos complejos sin politizarlos.

V. Nearshoring: prosperidad con letra pequeña

2025 trajo buenas noticias económicas: inversión, industria automotriz, empleo. San Luis Potosí apareció bien posicionado en el mapa del nearshoring.

Pero, como se advirtió en El Radar, la prosperidad macro convive con presión micro: vivienda encarecida, movilidad saturada, servicios al límite.

El crecimiento sin infraestructura social suficiente genera tensiones. Y esas tensiones, tarde o temprano, se vuelven políticas.

VI. El saldo social

La sociedad potosina cerró 2025 más informada, más crítica y también más cansada.

Callada a la fuerza, con miedo en proceso de liberación, con esperanzas y una nueva generación que empieza a levantar la voz… y la mirada.

No estalló.
Pero tampoco se tranquilizó.

Pdta.

Feliz Navidad, bendiciones para todos con un abrazo desde el corazón, nos leemos el viernes 26 con la tercera entrega.

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