
Familiares de pacientes del Hospital Central han convertido las calles aledañas en campamentos en donde pernoctan con temperaturas de un dígito.
La estancia prolongada de personas en la calle ha generado basura de todo tipo, entre botellas de PET, envolturas de comida, trapos, cajas y desechos sanitarios como mascarillas.
Por igual es posible encontrar basura inorgánica qué restos de comida en las jardineras y banquetas de la calle Manuel Nava Martínez, entre el propio hospital y la Facultad de Medicina de la Universidad Autónoma de San Luis Potosí, y el camellón central.
De día y de noche, con calor o frío, decenas de familiares de pacientes hacen lo necesario para permanecer cerca de sus seres queridos, tratando de esperar noticias o en su caso acudir de vez en cuando a visitarlos y a proporcionarles alguna atención.
Para la pernocta, algunos llevan tiendas de campaña pequeñas, lonas plastificadas, bolsas grandes y cartones, además de algunas cobijas. Se abastecen de alimentos en los puestos de comida semifijos instalados en la calle Niño Artillero, que fueron reubicados cuando comenzó la construcción del nuevo hospital que actualmente es utilizado para atender a pacientes de coronavirus COVID-19.
PULSO
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