El joven mexicano Amat Escalante fue coronado como Mejor Director del Festival de Cine de Cannes, por su filme Heli, que muestra sin recato y con gran rigor formal los estragos de la corrupción y el narcotráfico en México.
Éste es el segundo año que México conquista ese codiciado premio, ganado en 2012 por Carlos Reygadas, autor de Post Tenebras Lux y mentor de Escalante.
Y La vie d’Adèle, de Abdellatif Kechiche, cumplió todos los pronósticos al hacerse con la Palma de Oro del 66 Festival de Cannes, un premio para el realizador tunecino, pero también para sus actrices, las francesas Adèle Exarchopoulos y Léa Seydoux, por “una gran historia de amor”.
La cinta recibió un premio al que los miembros del jurado insistieron en quitar toda connotación política en un momento en el que hay muchos países con problemas sobre la cuestión de los matrimonios homosexuales, entre ellos Francia, pero que reconocieron que lanza un “fuerte mensaje y muy positivo”.
Así lo señaló el presidente del jurado, Steven Spielberg, en una rueda de prensa en la que aseguró que sus decisiones no se han basado en política y que se sintieron “privilegiados de haber sido invitados a presenciar esta profunda historia de amor”.
Al ser cuestionado por la posibilidad de que la película no se estrene en su país, señaló: “Todos pensamos que era una película de amor profunda, y que se vaya a mostrar o no en Estados Unidos no era un criterio, sí que alguien hubiera tenido la valentía de contra una historia de la forma en la que él lo cuenta.”
Exarchopoulos afirmó que “es un filme universal, es una historia de amor y no importa que sea entre mujeres, es una historia de sentimientos, de amor puro”; Kechiche mostró su deseo de que esta película sea exhibida en Túnez y dedicó el premio a los jóvenes que han protagonizado la revolución tunecina, “por su aspiración de vivir y amar con libertad”.
Amat, por todo lo alto
El premio consagra la trayectoria de Escalante que participaba por tercera vez en este festival, tras participar en la sección Una Cierta Mirada con Sangre en 2005 y Los Bastardos en 2008.
“Es un festival que fue muy importante para mi carrera”, comentó a la prensa Escalante, poco antes de la ceremonia de premiación.
Heli es el nombre del personaje (Armando Espitia) en torno al cual gira la acción de esta película, que muestra cómo una humilde familia de trabajadores de una maquiladora de automóviles de la región de Guanajuato se ve arrastrada en la espiral de violencia que genera el tráfico de droga y la policía corrupta.
La avalancha de violencia se abate sobre el joven Heli y su incipiente familia, luego de que el novio policía de su hermana menor, de apenas 12 años (Andrea Vergara), se involucra en el tráfico de droga.
“Se trata de una película dramática, extrema. Creo que la realidad de México es aún peor que lo que yo muestro en el filme”, dijo Amat Escalante al presentar el filme la semana pasada.
“Es un país maravilloso que padece un virus, y ese virus ha invadido ciertas regiones de México, y eso es lo que yo pretendí mostrar.”
Durante la proyección en Cannes hubo personas que abandonaron la sala tras las escenas más duras pero en líneas generales la película de Escalante, si bien generó animadas discusiones sobre el grado de realidad que es válido mostrar en la pantalla, había tenido una acogida favorable de la crítica.
“Cuando uno ve esta película es algo doloroso, deprimente y triste”, dijo Escalante. Desde un punto de vista moral, nuestra responsabilidad consiste en mostrar la violencia así como es, triste y sucia.”
Filmada en los áridos y polvorientos descampados guanajuatenses,Heli es una inmersión en una realidad sórdida mostrada sin adornos ni sentimentalismos.
“Mostrar la violencia por la violencia no me interesa”, explicó Escalante. Más que una película sobre la guerra del narcotráfico, Helies una cinta sobre la enorme mayoría de mexicanos que la padecen como víctimas, en particular los jóvenes.
Escalante explicó que pretende ante todo abrir los ojos del mundo sobre un fenómeno que muchos prefieren no mirar, o que se banaliza en los medios al presentarlo como meros ajustes de cuentas entre delincuentes.
Una esperanza
“Este premio es una esperanza para México. Espero que un día termine el sufrimiento en México”, declaró el joven director del filmeHeli, de 34 años, al recibir el diploma de manos del actor Forest Whitaker.
“No me lo esperaba”, comentó Escalante, el director más joven de todos los realizadores de la veintena de películas que este año compitieron por la Palma de Oro en la 66 edición del Festival de Cannes.
“Agradezco a estos jurados valientes el premio y al Festival de Cine de Cannes. Te amo Cannes” continuó el director mexicano, antes de decir merci (gracias) en francés.
Error y felicitación
El director Amat Escalante recibió por error el diploma del premio a la Mejor Actriz, que fue para la franco-argentina Bérénice Bejo.
En conferencia de prensa, el director mexicano desenrolló para los fotógrafos el diploma que muestra que recibió el documento que no le correspondía
Alertada por los integrantes de la prensa, la organización del certamen galo trató de remediar el error inmediatamente.
El triunfo de Escalante en el Festival de Cannes también fue reconocido por México. El Consejo Nacional para la Cultura y las Artes (Conaculta) emitió un comunicado en el que “felicita a Amat Escalante por obtener el premio en la sección oficial del Festival de Cannes con su filme Heli”.
También el Instituto Mexicano de Cinematografía (Imcine) externó sus felicitaciones al director por tan destacado logró a nivel internacional.
Los Coen, con el Gran Premio
Los hermanos triunfan en Cannes, con la cinta Inside Lleewyn Davis, una mirada irónica sobre la escena musical de Nueva York en los 60
La película de los hermanos Coen, Inside Lleewyn Davis, una mirada irónica y melancólica sobre la escena musical de Nueva York en los años 60, se alzó con el Gran Premio del Festival de cine de Cannes.
Ethel y Joel Coen, que conquistaron la Palma de Oro de Cannes en 1991 por Barton Fink, sedujeron al jurado presidido por Steven Spielberg con el retrato de un músico fracasado, Llewyn, encarnado por el actor Oscar Isaac, nacido en Guatemala hace 33 años.
La película de los Coen –que fueron recompensados en Cannes como realizadores por Fargo en 1996 y otra vez en 2001 con El hombre que nunca estuvo allí en 2001– se perfilaba como la que podía unificar al jurado internacional en el que figuran varios pesos pesados del cine, como el rumano Cristian Mungiu y el realizador Ang Lee, de Taiwán.
La cinta, que tiene el toque inconfundiblemente personal de los Coen, evoca con humor y cierta tristeza Greenwich Village, el barrio bohemio de Nueva York, a comienzos de los 60.
Llewyn busca triunfar con su guitarra y renovar la música folcórica, pero su música no engancha al público, y no logra nunca hacerse un hueco al sol.
Son los años antes de Bob Dylan. El Village es aún el centro de la bohemia, el aire está lleno de la canciones de música folk, y Llewyn trata de sobrevivir, haciendo pequeños trabajos y durmiendo en el sofá de sus amigos, como Jim (Justin Timberlake) y la mujer de éste, Jean, la excelente actriz británica Carey Mulligan, de 27 años.
Inspirada en las memorias del músico de folk Dave van Ronck, que buscó renovar el género, la cinta de los Coen fue una de las pocas que provocó risas en el certamen de Cannes, donde 20 películas concursaron por la Palma de Oro, entre ellas muchas marcadas por una gran violencia.
Los realizadores de No es país para viejos –ganadora de un Oscar en 2010– contaron que siempre habían estado interesados en la escena musical en Nueva York en los años 60, pero que quisieron sobre todo construir un filme sobre “un personaje y su tortuosa relación con el éxito”.
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