Ambulantes desquician la ciudad con la vendimia del Día de las Madres

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Con la instalación de más de 200 ambulantes a partir de este sábado nueve de mayo, el Centro Histórico, se convirtió de nueva cuenta en zona de comercio informal, bajo pretexto de fomentar ventas para la celebración del Día de la Madre.

Con el consentimiento del Ayuntamiento, el Eje Vial -que en el día a día ya luce como pabellón de productos pirata, aretes, fruta y fritangas- se vio infestado por alrededor de 210 puestos irregulares que CANAL 7 contó.

Eje Vial se transformó en un interminable circo con carpas de colores, ya gastadas por el sol.

Los productos ofertados en centenares de estructuras metálicas colocadas en el tramo de Insurgentes a Manuel José Othón y de este punto hasta Vicente Guerreo, fueron tan tradicionales como controles remoto para televisores, Antenas HD, figuras de la muerte, cráneos, audífonos, bocinas y cientos de discos pirata.

Asimismo fue puesta en venta ropa interior, gorras y cinturones para hombre.

Y por lo visto, de nueva cuenta el Ayuntamiento Capitalino apapachó a los informales con una planta de energía.

Todas las comodidades mientras los comercios establecidos se tornaron prácticamente imperceptibles.

Fue en ese sentido que comentó el ex Presidente de la Cámara Nacional de la Industria de Restaurantes y Alimentos Condimentados (CANIRAC), Juan López Lara.

Mientras los comerciantes irregulares estaban a la vista de los paseantes, las posibilidades de venta para los organizados sólo disminuyeron.

A lo largo de este tianguis que bloqueó la circulación de uno de los carriles del Eje Vial, podía escucharse todo tipo de música, mientras el caos vial apenas controlado por algunos agentes de tránsito en la hora pico, daba de qué hablar.

La parada de camión usualmente ubicada a espalda de la Iglesia del Carmen cambió de lugar; lo que derivó en la confusión de los usuarios que se asomaban desde otros puntos en busca de la unidad que les correspondía abordar.

Otros productos puestos en venta fueron ropa, antojitos, macetas, diademas, lentes, alhajeros, figuras de adorno, juguetes tanto de madera como de plástico; morrales, abanicos, campechanas, hot dogs, agua fresca, dulces tradicionales, queso de tuna; así como playeras para las mamás metaleras.

También se comercializaron los conocidos como tuppers, cacerolas, utensilios de cocina y delantales.

Por tal motivo, Juan López Lara, llamó a la autoridad a dejar los reflectores para promoción personal y trabajar por quienes los padecen como funcionarios.

Fuente: Canal 7

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