El presidente Andrés Manuel López Obrador confirmó que acató la orden del Instituto Nacional Electoral (INE) de retirar una entrevista realizada con Canal Red, describiendo la situación como una forma de censura. La entrevista, realizada por una periodista española de origen ruso, había alcanzado una audiencia considerable de tres millones de personas antes de ser impugnada y retirada por decisión del tribunal electoral.
López Obrador expresó su descontento por lo que percibe como un trato desigual por parte de las autoridades electorales. Mientras aquellos que lo critican o insultan parecen quedar impunes, él se ve sujeto a restricciones como esta.
El presidente señaló que la entrevista ahora “quedó enlatada”, comparándola con un acto de censura similar a la Inquisición. Aunque cumplió con la orden de retirar la entrevista para evitar problemas, manifestó su intención de que sea desclasificada en el futuro para que pueda ser vista nuevamente.
En un tono crítico, López Obrador mencionó el caso de una diputada española que visitó México para expresar opiniones negativas sobre su gobierno, a la que describió como “ultra derechista” y “ultra franquista”. Observó que, a diferencia de cómo se actúa con él, las autoridades electorales parecen no intervenir cuando personas como esta diputada emiten críticas.
