Andrés Manuel López Obrador anunció que se retirará de la política con una “conciencia tranquila y muy contento”, al considerar que ha cumplido la mayoría de sus compromisos y que Claudia Sheinbaum, la próxima presidenta, continuará con su legado. Durante su último informe de gobierno ante un Zócalo abarrotado, destacó la reducción de la pobreza y la desigualdad como uno de sus mayores logros, gracias al apoyo de millones de mexicanos.
López Obrador expresó confianza en que Sheinbaum, a quien describe como una mujer honesta, con experiencia y con principios firmes, continuará con la transformación del país. No obstante, admitió que deja algunos temas pendientes, como la investigación de la desaparición de los 43 normalistas de Ayotzinapa, la soberanía energética y la implementación de la reforma judicial. Sin embargo, confía en que Sheinbaum dará seguimiento a estos asuntos.
El presidente también destacó la importancia de la Reforma Judicial y realizó una votación a mano alzada en el Zócalo, donde los asistentes mostraron su apoyo a la nueva forma de elegir jueces, magistrados y ministros. Este tema ha generado polémica con el gobierno de Estados Unidos, que ha expresado preocupaciones sobre los posibles impactos de la reforma en la inversión y la democracia.
A menos de un mes de dejar el cargo, López Obrador se mostró orgulloso de haber trabajado con el pueblo mexicano y afirmó que su administración logró avances significativos en áreas como la salud, la economía, la seguridad y la lucha contra la corrupción. También aprovechó su discurso para enviar un mensaje a sus opositores, destacando que el verdadero poder debe residir en el pueblo y no en una élite.
Con un discurso emotivo y aclamaciones de sus simpatizantes en el Zócalo, López Obrador se despidió asegurando que deja el país en buenas manos y que confía en el futuro de México bajo el liderazgo de Claudia Sheinbaum.