A seis meses de finalizar su mandato, el presidente Andrés Manuel López Obrador reafirmó su compromiso con la estrategia de seguridad basada en “abrazos, no balazos”, argumentando que esta ha arrojado resultados positivos que deben ser reconocidos.
López Obrador instó a sus opositores a no desacreditar la efectividad de esta estrategia, destacando que durante su gobierno se ha observado un descenso en los índices de homicidios dolosos y secuestros en comparación con administraciones anteriores.
En una conferencia de prensa desde Mazatlán, Sinaloa, el presidente reiteró que la mentalidad conservadora tiende a buscar soluciones a través del uso de la fuerza, mientras que su enfoque se centra en abordar las causas subyacentes de la violencia.
“Nosotros consideramos que los seres humanos no nacemos malos, son las circunstancias las que llevan a algunos a tomar conductas antisociales y si cambiamos esas circunstancias, podemos vivir en una sociedad mejor”, expresó López Obrador.
Ante su gabinete de seguridad y el gobernador Rubén Rocha Moya, el Presidente enfatizó que su gobierno continuará con la misma estrategia, a pesar de la oposición y la propaganda en su contra. Subrayó que aunque los resultados son positivos, aún queda mucho por hacer debido a décadas de desatención hacia el pueblo por parte de gobiernos anteriores.
“Sí vamos a continuar con la misma política”, concluyó López Obrador.