AMLO ‘no tolera’ a la DEA: Así ha sido su historial de desencuentros en lo que va del sexenio

En lo que va de su sexenio, AMLO ha culpado a la DEA de filtrar información a medios de comunicación y les ha tachado de abusivos y prepotentes.

El presidente Andrés Manuel López Obrador tuvo un desencuentro con la Administración de Control de Drogas (DEA), luego de que una investigación periodística apuntara a que sus agentes tienen información de que el mandatario mexicano recibió hasta 2 millones de dólares provenientes del narcotráfico en su primera campaña presidencial, de 2006.

Durante su conferencia matutina de este miércoles 31 de enero, el presidente López Obrador desimintió la investigación publicada por el periodista Tim Golden en la organización Pro Publica, y dijo que el motivo por el cuál salió este artículo es la temporada de elecciones que vive México y Estados Unidos este año.

“No hay ninguna prueba, son viles calumniadores. ¿Dónde están las pruebas? Es propaganda y montaje”, dijo López Obrador sobre la investigación que lo puso en el centro de la polémica mientras su gobierno enfrenta problemas en temas relacionados con los convenios con amigos de los hijos del Presidente, así como las críticas del expresidente Ernesto Zedillo en la semana pasada.

Este no es el primer desencuentro de López Obrador con la DEA, ya que el Presidente de México ha demostrado en ocasiones anteriores que la organización de seguridad estadounidense no es de su agrado.

Los encontronazos de AMLO contra la DEA

En enero de 2020 la DEA aseguró que los cárteles mexicanos son la amenaza más grande para la seguridad en Estados Unidos, una narrativa que ha mantenido desde hace años y especialmente durante la gestión de Andrés Manuel López Obrador.

Uno de los factores clave para que la DEA continúe señalando el riesgo de los cárteles mexicanos es el tráfico de fentanilo, que mata a unos 100 mil estadounidenses al año debido a lo fuerte que es la adicción con el opioide.

El año pasado la dependencia antidrogas incluso hizo cambios en su lista de los más buscados, sacando del top 10 a figuras como Nemesio Oseguera ‘El Mencho’, líder del Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG), e Ismael ‘El Mayo’ Zambada, líder de una facción del Cártel de Sinaloa.

En su lugar puso a los hijos de Joaquín ‘El Chapo’ Guzmán, que actualmente lideran la facción de ‘Los Chapitos’ en el Cártel de Sinaloa, y que a pesar de que negaron su relación con el fentanilo, la DEA los apunta como los principales responsables de la epidemia que vive el país gobernado por Joe Biden.

A partir de 2020 México suspendió la inmunidad para los agentes extranjeros, además de imponer límites a sus contactos con investigadores mexicanos, tema que afecta a la DEA, por lo que la embajada de Estados Unidos en México pidió que redujera las restricciones, así como la libre operación de los agentes que ya estaban en el país.

Otro punto que entró en controversia fue la repatriación del general Salvador Cienfuegos, al que Estados Unidos consideraba como un delincuente peligroso; sin embargo, el gobierno de México decidió quitarle los cargos una vez repatriado, y meses después retuvo 12 visas de agentes de la DEA, y hubo quienes creyeron que se trataba de dos temas que tenían relación, aunque las autoridades lo negaron.

En abril de 2022, López Obrador informó la disolución de un grupo antidrogas que trabajaba para la DEA, argumentando que “estaba infiltrado por la delincuencia” y que uno de sus jefes estaba siendo juzgado en Estados Unidos. La disolución ocurrió en abril de 2021 y también tenía relación con la detención y liberación de Cienfuegos, ya que supuestamente hubo faltas cometidas de su parte en el caso.

“Aquí solamente están los agentes que por ley se permiten de acuerdo a la nueva legislación que surgió después de la detención del general Cienfuegos, como tomaron esa decisión sin informarnos, además fabricaron los delitos”, dijo López Obrador.

En julio de 2022, la visita de Kamala Harris abrió una nueva arista, ya que según información filtrada sobre su reunión con López Obrador, la funcionaria estadounidense le pidió la detención de Rafael Caro Quintero, asesino del agente de la DEA ‘Kiki’ Camarena.

La información apunta a que la DEA llevaba tiempo investigando sobre el paradero del narcotraficante, y que pidió al país evitar la resistencia a detener a líderes de cárteles.

Pocos días después se dio la captura de Caro Quintero, el 15 de julio, y el presidente López Obrador informó que la DEA, a pesar de las supuestas investigaciones, no tuvo nada que ver, sino que fue un trabajo coordinado de las autoridades mexicanas. Cabe añadir que el mandatario fue respaldado por el embajador Ken Salazar.

Para el año pasado se calentó un poco más el debate, cuando se informó que la DEA se infiltró en el Cártel de Sinaloa con el objetivo de desarticularlo. El presidente López Obrador calificó a la DEA de abusiva y prepotente por realizar la investigación sin avisarle a las autoridades mexicanas.

Además, cargó contra la dependencia de seguridad diciendo que en México no se produce fentanilo, una de las principales acusaciones de la DEA a los cárteles.

“Es una intromisión abusiva, prepotente, que no debe de aceptarse bajo ningún motivo. ¿Cómo van a estar espiando? No se pueden estar utilizando actos de espionaje; además para saber qué están haciendo nuestras instituciones de Seguridad y con la arrogancia de filtrar la información al Washington Post”, dijo López Obrador el 17 de abril.

El tema incluso provocó una visita de urgencia de Ken Salazar a Palacio Nacional para aclarar el tema. Aunque esto sirvió de poco, ya que en su conferencia del 18 de abril, López Obrador incluso criticó al Pentagono de espionaje al Ejército, por lo que aseguró que México cuidará más la información.

“Vamos a cuidar la información de la Secretaría de Marina y Defensa porque estamos siendo objeto de espionaje del Pentágono y muchos medios de información en México están filtrando información que les entrega la DEA.”

En enero de este año salió una nueva investigación, ahora relacionada directamente con López Obrador y el dinero de su campaña presidencial en 2006, donde se le acusa de presuntamente recibir dinero proveniente del narcotráfico, específicamente del Cártel de Sinaloa. Dicho tema fue desmentido por López Obrador, además de que la DEA ya cerró la investigación, por lo que acusó a los medios de escandalizar con un tema tan añejo en temporada electoral.

El Financiero.

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