Las gafas de Google están generando muchas expectativas en el mundo tecnológico, un mundo que especula cómo se verán éstas cuando finalmente salgan a la venta el próximo año.
La compañía ha distribuido cerca de 1.000 de estas gafas entre los llamados Glass Explorers (exploradores de gafas), un equipo de expertos que las usarán durante varias semanas para evaluar su funcionamiento y qué posibilidades de uso podrían tener estas gafas de realidad aumentada.
Mientras algunos ven esta tecnología portátil como el próximo estadio evolutivo de la era digital, otros la esperan con cautela, sobre todo con lo que tiene que ver con las repercusiones que este tipo de dispositivo tendrá sobre la vida privada de la gente.
La BBC ha reunido aquí varios puntos de vista de aquellos que han probado las gafas, así como otros expertos quienes comparten con nosotros la visión de futuro que tienen de estas gafas.
Dan Mc Laughlin: “una nueva forma de acceder a la información”
Fui la primera persona de la costa oeste en Estados Unidos que fue a buscar su aparato, y tras una semana con las Gafas de Google, estoy asombrado de lo mucho que hay que aprender sobre su uso y cuanto queda por descubrir.
Lo primero que me viene a la mente es que las preconcepciones que tenemos de estas gafas antes de usarlas son en su mayoría irrelevantes.
Las gafas son diferentes: “nuevas” es una palabra demasiado simple para describirlas. Como desarrollador, recién estoy teniendo una idea de cómo elaborar aplicaciones útiles para esta nueva forma de acceder a la información.
A nivel personal, nunca había conocido a tanta gente en tan poco tiempo, sólo porque la gente es curiosa, amigable e interesada en ver qué son estas gafas.
Mis problemas han sido principalmente técnicos. Llevo las gafas como parte del proyecto Glass Explorer, así que todavía no tengo la montura de gafas que el equipo está desarrollando.
Como fotógrafo aficionado, la cámara no es tan diferente de lo que he tenido antes, tan sólo más conveniente.
“La mejor cámara es la que llevas contigo”, dice el refrán, así que en lugar de tener que sacar mi celular y encontrar la aplicación de cámara para sacar una foto de mi hijo de diez años, ahora es más fácil.
Quiero ver a dónde me llevan estas gafas. Por ejemplo, uso un sistema de gestión de tareas en mi computadora. ¿Puedo hacer una aplicación para hacer esto fácilmente en las Glass? O para estar en contacto con mi familia en la distancia ¿Puedo hacer que sean una parte cercana de mi vida?
No se a dónde está yendo todo esto, pero estoy completamente seguro de que será interesante.
Mark Kaelin: “sólo una forma de evitar interactuar con gente normal”
Se espera que las Google Glass estén listas para salir a la venta en 2013, pero todavía soy escéptico respecto al proyecto entero.
Muchos de los entusiastas de las Google Glass son esclavos de los celulares. Sienten que necesitan contestar compulsivamente cada mensaje o revisar cada correo electrónico.
Las Gafas de Google suenan como algo hecho a su medida. La posibilidad de alimentar esta compulsividad sin tener que mirar a un aparato móvil debe ser como un nirvana.
Afortunadamente, este tipo de personas no son la mayoría. Desde mi perspectiva, las Google Glass suenan como una receta terrible para crear más gente maleducada, que esté hablando consigo misma en público.
Saben la clase de personas a las que me refiero: ocupan nuestro mundo existiendo en su mundo virtual separado, ajenos a la torpeza social que manifiestan a su paso.
Las gafas de realidad aumentada son sólo una mejor forma de evitar el interactuar con gente normal como usted y como yo.
No me malinterprete. Definitivamente hay un nicho para el uso de aparatos de realidad aumentada, y creo que las Google Glass serán comunes en un futuro. Sólo que no creo que todos las estén llevando a diario, al menos no hasta que alguien pueda explicarme por qué querríamos o deberíamos.
Nick Pickles: “Los agentes de Google”
Como casi todos los servicios en línea, uno de los grandes logros de Google fue hacernos pensar que somos sus clientes, cuando en realidad nosotros, o para ser más precisos, nuestros datos, somos el producto de Google. Los anunciantes son sus clientes, generando el 96% de los ingresos de Google.
En este acuerdo nosotros salimos ganando con el uso gratuito de sus servicios, y si no nos gusta el trato siempre podemos optar por el uso de un servicio distinto.
Pero con las gafas, la gente que hace esta elección lo hace llevando las Google Glass. No piense ni por un momento que tendrá usted control sobre los datos de sus propias gafas, usted es una vía para la recolección de datos.
Esto hace que las cámaras callejeras de circuito cerrado de televisión parezcan algo trivial. Tenemos un sistema de obtención de datos a tiempo real, siempre contigo y conectado a internet que está ubicado no en un lugar fijo de un edificio, sino en nuestra vida diaria.
La persona que está a tu lado ya no es un peatón más, es un agente de Google. Lo que ellos ven, lo puede ver Google, almacenar y luego ¿Quién sabe qué? ¿Análisis de reconocimiento facial?
En realidad, esta es una cuestión académica. Si hay alguien dispuesto a pagar por ello inevitablemente pasará.
La elección es clave para confiar en la economía digital, y las Google Glass no sólo retan nuestra idea de consentimiento, sino también el hecho de si tendremos capacidad de elegir nunca jamás. Y eso no puede ser bueno para nadie.
Thad E. Starner: “Un mayordomo digital”
Durante los últimos 20 años he tenido una computadora con un dispositivo de proyección de imagen “Head-up display”, que llevo como asistente inteligente en mi vida diaria.
Mis equipos de investigación han organizado comunidades de usuarios para crear “laboratorios vivientes” y explorar los potenciales beneficios y aspectos sociales de estos aparatos.
Hemos descubierto que un dispositivo en la cabeza con una interfaz diseñada adecuadamente puede ayudar al usuario a prestar atención al mundo real de forma opuesta a lo que pasa cuando se usa un computador portátil o un celular.
Al tener una interfaz que necesita menos de dos segundos para acceder a la información, podemos reducir el tiempo entre la intención y la acción, lo que permite acceso a información útil casi en cada situación.
Las interfaces de computadora portátiles pueden potenciar efectivamente los ojos, oídos, voz y mente del usuario, siendo menos intrusivos socialmente que un computador normal, portátil o celular.
Además, una interfaz diseñada adecuadamente puede generar una tecnología “calmante” que ayude a evitar interrupciones y permita al usuario estar a cargo de su propia atención.
Citando a Nicolas Negroponte en Being Digital (Siendo digital), estas tecnologías evolucionarán para convertirse en “un mayordomo digital…. Reconocerá a las personas que llaman, te interrumpirá cuando sea apropiado, y dirá una mentira piadosa a tu favor”.
En un futuro, las tecnologías portátiles nos ayudarán a gestionar nuestras vidas, mantenernos conectados con nuestros cuerpos gracias a sensores corporales, potenciar nuestras mentes y permitirnos ser más independientes de la computadora física, que actualmente nos limita.
http://www.bbc.co.uk/mundo/noticias/2013/05/130506_tecnologia_google_glass_opinion_aa.shtml